RIAD.- El Rey presumió hoy en Arabia Saudí de la “confianza” que los inversores nacionales e internacionales vuelven a tener en el “próspero futuro” de la economía española.
“España sufre todavía una dolorosa tasa de paro, pero nos estamos
reponiendo de la crisis económica que nos azotó hace unos años”, dijo en la clausura del primer encuentro del recién creado Consejo
Hispano-Saudí.
“Los esfuerzos de todos, junto a una estricta política
de consolidación fiscal, unas ambiciosas reformas estructurales y una
profunda reforma del sector financiero han sido fundamentales para
alcanzar este objetivo”, afirmó el monarca.
Las perspectivas positivas
de la economía española fueron confirmadas por el ministro de Comercio
saudí, Tawfiq Al Rabiah: “España está volviendo de manera muy fuerte, y
los saudíes debemos de aprovechar para invertir allí”.
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Don Juan Carlos y el príncipe heredero de Arabia Saudí, Muqrin
bin Abdulaziz al Saud, fueron informados en el palacio presidencial
de Yeda del estado de las obras del AVE entre las ciudades
santas de Medina y La Meca, en cuya construcción participan diez
empresas españolas -Ineco, OHL, Adif, Renfe, Talgo, Cobra, Indra,
Copasa, Ibanesa y Consultrans-.
El monarca fue invitado por las
autoridades saudíes a ser el primer viajero del llamado AVE del
desierto, cuya inauguración está prevista para enero de 2017. La
ministra de Fomento, Ana Pastor, recordó que hay 1.000 ingenieros
españoles trabajando en este proyecto que supone el mayor contrato de
nuestro país en el extranjero (6.736 millones de euros).
Además de la titular de Fomento, los ministros de Defensa, Pedro Morenés, y de Industria, Energía
y Turismo, José Manuel Soria, acompañan al Rey en su viaje a Arabia
Saudí, quinto país del Golfo Pérsico que visita en poco más de un mes.
Junto a la delegación oficial viajan una treintena de empresarios que
esperan aprovechar las buenas relaciones de Don Juan Carlos con la
familia real saudí para conseguir nuevos contratos y atraer inversiones a
nuestro país. Arabia Saudí dispone de una cartera de
373.000 millones de dólares para invertir solo en infraestructuras.
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