TEHERÁN.- La Guardia Revolucionaria
de Irán se ha incautado este lunes un buque en el Golfo Pérsico por
supuestamente transportar combustible de contrabando hacia Emiratos
Árabes Unidos (EAU), según han informado los medios locales.
Un portavoz de la Guardia Revolucionaria citado por la cadena de
televisión local IRIB ha indicado que varios tripulantes "han sido
detenidos y entregados a las autoridades judiciales".
La
interceptación del buque ha tenido lugar en los alrededores de la isla
de Tunb Mayor, un islote ubicado cerca del estrecho de Ormuz y cuya
soberanía reclama EAU.
Las tensiones en la región han aumentado en los últimos meses
a causa de la incautación de varios buques por parte de Irán en el
Golfo Pérsico alegando violaciones de la normativa de navegación
marítima.
La primera
interceptación tuvo lugar después de que las autoridades gibraltareñas
se incautaran en julio un petrolero iraní que presuntamente transportaba
petróleo a una refinería siria. El barco fue liberado el 19 de agosto.
Por otra parte, Irán dijo el lunes que el presidente Hassan Rouhani no se reunirá con
el presidente estadounidense Donald Trump en las Naciones Unidas, un
día después de que la Casa Blanca dejara abierta la posibilidad de
conversaciones entre ambos mandatarios.
Irán dice que Rouhani y Trump no se reunirán en Naciones Unidas
“Ni tenemos un evento de
este tipo en nuestra agenda, ni sucederá. Esa reunión no tendrá lugar”,
dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Abbas Mousavi,
en declaraciones transmitidas por la televisión estatal.
Dirigentes iraníes han rechazado repetidamente una reunión y
cualquier conversación con Washington mientras Irán esté sujeto a las
sanciones, que Trump volvió a imponer después de que retirase el año
pasado a Estados Unidos de los acuerdos nucleares de Teherán de 2015 con
otras potencias mundiales.
Previamente, Teherán calificó de
“inaceptables” las acusaciones estadounidenses de que la república
islámica estaba detrás de un ataque a plantas petroleras saudíes,
después de que Estados Unidos dijera que estaba preparado para una
posible respuesta. Los ataques fueron reivindicados por los rebeldes
hutíes de Yemen, aliados de Irán.
“Poner fin a todas
las sanciones es una condición previa indispensable para una diplomacia
constructiva. Nos reunimos cuando estamos seguros de que los problemas
de nuestro pueblo pueden ser resueltos”, dijo el portavoz del gobierno
Ali Rabiei, según la agencia de noticias semioficial Tasnim.
“Las sanciones deben levantarse y Estados Unidos debe respetar a la nación iraní”, añadió Rabiei.
La
asesora de la Casa Blanca Kellyanne Conway dijo el domingo que los
ataques del sábado “no ayudaban” a las perspectivas de una reunión entre
los dos líderes durante la Asamblea General de Naciones Unidas este
mismo mes, pero dejó abierta la posibilidad de que se celebrara una
reunión.
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