WASHINGTON/ DUBÁI.- Desde
legisladores demócratas en Washington hasta la canciller de Alemania,
escépticos de la política exterior de Donald Trump, empiezan a estar de
acuerdo en que la evidencia es sólida y que Irán estuvo detrás de los
ataques contra dos petroleros en el golfo de Omán.
El
reconocimiento llega acompañado de críticas a la postura de
confrontación del presidente estadounidense hacia Irán y la preocupación
de que EE.UU. pueda dirigirse hacia la guerra con la República
Islámica.
El
líder de la comisión de Inteligencia de la Cámara estadounidense, Adam
Schiff, dijo a reporteros el miércoles que hay "poca duda" de que Irán
fue responsable de los ataques y que la inteligencia es "muy fuerte".
Pero
el demócrata de California agregó que las acciones de Irán fueron
"predecibles", dado el retiro de Trump del acuerdo nuclear internacional
y su imposición de sanciones severas. Dijo que EE.UU. necesita
"proteger el transporte marítimo" en concierto con sus aliados, pero que
una guerra con Irán sería "completamente catastrófica".
Es
un avance para los funcionarios estadounidenses, quienes encontraron
resistencia con su oferta original de evidencia de que Irán fue
responsable de la serie de ataques contra los petroleros cerca del
estrecho de Ormuz, el cuello de botella a través del cual pasa
aproximadamente 40% del petróleo mundial que viaja por mar. Irán ha
negado la culpabilidad, sugiriendo que ha sido inculpado de los ataques
organizados por sus enemigos.
"Hay
pruebas sólidas" de que Irán tiene la culpa, dijo a periodistas la
canciller Angela Merkel en Berlín el martes. "Pero eso no me impide
decir que debemos hacer todo lo posible para resolver el conflicto con
Irán de manera pacífica".
Merkel
ha estado entre los líderes mundiales que se opusieron a la decisión de
Trump de renunciar al acuerdo nuclear multinacional con Irán y han
buscado con poco éxito eludir las sanciones, suspendidas bajo el acuerdo
nuclear pero reimpuestas por Trump.
En
el continuo esfuerzo por apoyar el argumento de EE.UU., la Armada
presentó lo que llamó evidencia de la participación de Irán el miércoles
en una instalación del Comando Central de las Fuerzas Navales de
EE.UU., cerca del puerto de Fujairah en Emiratos Árabes Unidos. Fue la
evaluación más detallada hecha pública desde los incidentes.
El
comandante Sean Kido, experto en explosivos de la Quinta Flota
estacionada en Bahrein, asegura que el ataque al barco operado por los
japoneses, el Kokuka Courageous, fue llevado a cabo con una mina lapa
colocada en el cuerpo del petrolero sobre la línea de agua.
Kido
afirma que su equipo de investigadores recuperó un imán usado para
sujetar la mina de lapa a la nave. También recuperó una huella de mano y
huellas dactilares cerca del lugar donde se encontró el imán.
"La
mina lapa que se usó en el ataque es distinguible y también tiene un
parecido sorprendente con las minas iraníes que ya se han exhibido
públicamente en los desfiles militares iraníes", dice Kido. "Recuperamos
información biométrica que se puede usar para construir un caso
criminal y responsabilizar a la persona".
No
obstante, se abstuvo de culpar directamente a Irán y no presentó
pruebas de un segundo ataque ese mismo día al barco Front Altair, de
propiedad noruega.
El
Comando Central de EE.UU. lanzó anteriormente un video de lo que dijo
era un bote patrullero del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica
que sacaba una mina sin explotar del Kokuka Courageous después de que
otra mina fuera detonada y dañara el barco.
Las imágenes borrosas, las
cuales mostraban un pequeño bote deteniéndose junto al petrolero y la
tripulación sacando un objeto de su casco, fueron tomadas por aviones
estadounidenses en la región.
La evidencia proporcionada por EE.UU. sugiere que Irán podría haber estado intentando enviar una señal, no iniciar una guerra.
"La mina se colocó sobre el agua y no parece que la intención fuera hundir el barco", asegura Kido.
El
experto contradijo las declaraciones del propietario japonés del barco,
que dijo que el daño al casco fue causado por un proyectil. En cuanto a
por qué se dejó un imán, un funcionario sugirió que podría haber sido
difícil de quitar. Los marineros describieron haber visto a dos hombres
usar una palanca para soltarlo.
"El
daño en el agujero de la explosión es consistente con un ataque a una
mina lapa", asegura Kido. "No es consistente con un objeto volador
externo que haya golpeado la nave".
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