PARÍS.- Irak incrementará su producción petrolera en 1,2 millones de barriles diarios en los próximos diez años para llegar casi a 6 millones diarios, y eso lo convertirá en el cuarto mayor productor del mundo, según las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
En
un informe publicado este jueves, la AIE hace notar que ese aumento
previsto será inferior al que Irak logró en el último decenio, cuando
ese país duplicó su producción y se convirtió en el "número cinco"
mundial pese a la situación de guerra contra el Estado Islámico y a los
vaivenes del precio del crudo.
Pese
a todo, esta organización que reúne a los principales consumidores de
energía miembros de la OCDE señala que la progresión esperada durante la
próxima estará condicionada a tres factores que dependen de las
autoridades iraquíes.
Se
trata de garantizar el aprovisionamiento de agua necesaria para la
inyección de los pozos, atraer capital extranjero y poner en marcha una
política favorable al sector que ofrezca un entorno de seguridad.
Los autores del estudio estiman que Irak necesitará tres millones de barriles diarios de agua para inyectar en el subsuelo.
Otro
problema que afronta el sector petrolero de Irak queda ilustrado en el
hecho de que el pasado año sólo se utilizó un 60 % de la capacidad de
las refinerías, que es de un millón de barriles diarios, lo que se
traduce en una gran dependencia de la importación de productos refinados
para su mercado interior.
La factura anual de esas insuficiencias en el refino se sitúa entre 2.000 y 2.500 millones de dólares.
La
AIE señala, por otro lado, que Irak utiliza mucho menos gas, y de forma
mucho menos productiva, que otros países de la región, y no
precisamente por carecer de ese recurso.
De
hecho, el alza de las extracciones de crudo han supuesto que cada año
se quemen en las explotaciones petrolíferas, en lugar de utilizarlos,
unos 16 millones de metros cúbicos de gas.
Aunque
los esfuerzos de la Compañía de Gas de Basora han permitido recuperar y
procesar unos 10 millones de metros cúbicos, la agencia considera que
eso tiene que aumentar para responder a las crecientes necesidades para
la generación de electricidad.
Sobre
todo, teniendo en cuenta que cada año la población iraquí aumenta en un
millón de personas. La AIE aventura que la demanda eléctrica en Irak se
duplicará de aquí a 2030 y llegará a unos 150 teravatios hora.
Eso significa incorporar cada año una capacidad de generación de 17,5 gigavatios de media.
Para
los autores del informe, hay un "enorme potencial" para disminuir las
pérdidas del sistema eléctrico, que son de las mayores del mundo.
Reducir
esas pérdidas y utilizar de forma más eficiente para la generación
eléctrica gas y renovables, permitiría liberar en el horizonte de 2030
para otros usos hasta 9 millones de metros cúbicos de gas y exportar
otros 430.000 barriles de petróleo diarios.
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