MADRID.- El yacimiento de petróleo de Al Sharara, al sur de Libia y
en el que participa Repsol, ha reiniciado su producción después de que
fuera interrumpida en diciembre pasado como consecuencia del conflicto
bélico que asola el país desde hace años. Varios técnicos especializados
de la petrolera española trabajan de nuevo en el campo petrolífero, informa hoy Abc.
En estos momentos, la producción de Al Sharara ha alcanzado ya los 150.000 barriles diarios,
según informaciones publicadas en aquel país, cifra que aún está lejos
de los 320.000 barriles que producía antes del conflicto bélico.
Cuando
alcance esa producción, a la petrolera española le corresponderán más de
30.000 barriles de un crudo de altísima calidad, según explica la
compañía, ya que opera el bloque de Al Sharara junto con la austríaca
OMV, la francesa Total, la noruega Hydro y la local NOC.
Repsol comenzó su actividad de exploración y producción en Libia en los años 70, país en el que es una de las principales petroleras.
Sin embargo, la guerra civil que sufre Libia desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de distintos grupos rebeldes sobre Gadafi, ha provocado que los yacimientos de petróleo hayan sido considerados como objetivos militares por los distintos generales que dominan el país, aunque han cuidado mucho de no dañarlos por ser su única fuente de ingresos.
La reapertura del yacimiento de Al Sharara se ha debido a la mínima estabilidad que existe actualmente en el país entre sus dos hombres fuertes: Fayez al Serraj, presidente del Gobierno en Trípoli reconocido por la ONU, y Jalifa Hafter, que controla el este y el sur del país.
Repsol comenzó su actividad de exploración y producción en Libia en los años 70, país en el que es una de las principales petroleras.
Sin embargo, la guerra civil que sufre Libia desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de distintos grupos rebeldes sobre Gadafi, ha provocado que los yacimientos de petróleo hayan sido considerados como objetivos militares por los distintos generales que dominan el país, aunque han cuidado mucho de no dañarlos por ser su única fuente de ingresos.
La reapertura del yacimiento de Al Sharara se ha debido a la mínima estabilidad que existe actualmente en el país entre sus dos hombres fuertes: Fayez al Serraj, presidente del Gobierno en Trípoli reconocido por la ONU, y Jalifa Hafter, que controla el este y el sur del país.
Esa
tregua provocó que la Compañía Nacional de Petróleo de Libia (NOC)
levantara esta semana el estado de «fuerza mayor» en Al Sharara.
Por otra parte, el Fondo Global de Pensiones del Gobierno de Noruega, el mayor fondo soberano del mundo, ha elevado su participación en el capital de Repsol hasta el 1,5%, según los datos a cierre de 2018 del fondo gestionado por Norges Bank Investment Management (NBIM).
Ahora posee 26,2 millones de títulos,
valorados, con el cierre de ayer (15,1 euros) en 395,6 millones de
euros. Los principales accionistas de la petrolera que preside Antonio
Brufau son Sacyr (7,87%), Blackrock (4,63%) y Caixabank (3,58%).Por otra parte, el Fondo Global de Pensiones del Gobierno de Noruega, el mayor fondo soberano del mundo, ha elevado su participación en el capital de Repsol hasta el 1,5%, según los datos a cierre de 2018 del fondo gestionado por Norges Bank Investment Management (NBIM).
Asimismo, la agencia de calificación S&P ha abierto la puerta a subir el «rating» de Repsol («BBB/A-2, con perspectiva positiva») porque tiene el mayor porcentaje de inversiones en negocios bajos en carbono y renovables entre sus mayores competidores, lo que la posiciona como una de las empresas más activas en la transición energética y que además tiene una amplia cartera de gas natural.
Por ello, S&P mantiene el potencial de mejora de la calificación dado que ha cumplido con la mayoría de sus objetivos estratégicos.
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