WASHINGTON.- El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha emitido un informe sobre cómo el cambio climático podría afectar a las fuerzas armadas y la seguridad de la nación, advirtiendo que el aumento de los mares podría inundar las bases costeras y los incendios forestales alimentados por la sequía podrían poner en peligro a las que están en el interior.
La
evaluación de 22 páginas entregada al Congreso el jueves dice que cerca
de dos tercios de las 79 instalaciones militares esenciales para la
misión en EE.UU. revisadas son vulnerables ahora o en el futuro a las
inundaciones, y más de la mitad están en riesgo por las sequías. Cerca
de la mitad también está en riesgo de incendios forestales, incluida la
amenaza de deslaves y la erosión por las lluvias después de las llamas.
"Los
efectos de un clima cambiante son un problema de seguridad nacional,
con posibles impactos en las misiones, los planes operativos y las
instalaciones del Departamento de Defensa", aseguró la portavoz del
Departamento Heather Babb en un correo electrónico.
El
informe contradice la opinión del presidente Donald Trump, quien ha
rechazado el consenso científico de que el cambio climático es real y
causado por el ser humano. La premisa del informe hace eco de los
hallazgos de la Evaluación Nacional del Clima, escrita por 13 agencias
federales y publicada en noviembre. El informe concluyó que los efectos
del calentamiento global se están acelerando y causarán estragos
generalizados.
Trump rechazó esos hallazgos. "No lo creo", dijo en ese momento.
El
nuevo informe del Departamento de Defensa, ordenado por el Congreso,
describe los impactos generalizados, dispersos en EE.UU., con más
inundaciones a lo largo de la costa este y Hawai.
Algunas
instalaciones militares estadounidenses ya se han encontrado con los
efectos, según el Pentágono, que señala que el nivel del mar ha subido
40 cm en la Base Conjunta Langley-Eustis en Virginia desde 1930. Además,
la Base Naval de Coronado en California ya está sujeta a inundaciones
durante las tormentas tropicales .
Según
el informe, en el área de Washington, varios sitios del Departamento de
Defensa, entre ellos la Base Conjunta Andrews, hogar del Air Force One,
están experimentando condiciones de sequía que han sido severas en los
últimos 16 años. Esas condiciones pueden llevar a la ruptura de las
líneas de servicios públicos y a carreteras agrietadas, advierte el
Pentágono, ya que la humedad desaparece del suelo.
El
Departamento de Defensa destaca en su informe que está trabajando con
las naciones de todo el mundo "para comprender y planificar futuros
impactos potenciales del cambio climático en la misión", y lo describe
como "un problema global".
Pero
los legisladores demócratas dijeron que el Departamento de Defensa hizo
todo lo posible por esquivar los golpes al incluir una lista enorme de
amenazas sin ofrecer un plan de acción.
"Ni
siquiera se discute mínimamente un plan de mitigación para abordar las
vulnerabilidades", asegura el presidente del Comité de Servicios Armados
de la Cámara de Representantes, Adam Smith, en un comunicado. El
miembro del Comité Jim Langevin dijo que el Departamento de Defensa "sin
razón aparente" omitió las amenazas a las bases estadounidenses en el
extranjero.
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