MADRID.- La decisión del Ministerio de Defensa de cancelar un contrato con el
ejército de Arabia Saudí para suministrar 400 bombas guiadas por láser
ha desencadenado una tormenta diplomática con la monarquía árabe que
puede poner en peligro otros contratos en vigor y las relaciones
comerciales con ese país, publica hoy Expansión.
Entre las compañías que siguen con más preocupación la situación
figura Navantia, que antes del verano firmó su mayor pedido, la
construcción de cinco corbetas para la Armada saudí con un presupuesto
de 1.800 millones que garantiza durante varios años carga de trabajo
para los astilleros de Cádiz. Desde la empresa dependiente de Sepi ayer
se aseguraba que no había ningún motivo de preocupación y que los
trabajos se estaban realizando con absoluta normalidad.
Desde
Riad, sin embargo, la visión era otra, más preocupante hasta el punto de
que, según las fuentes empresariales consultadas, el Ministerio de
Defensa de Arabia Saudí iba a dejar en suspenso temporalmente el pedido
de las corbetas hasta que el Gobierno español aclarase su postura sobre
el contrato de las bombas guiadas y su posición sobre la guerra con
Yemen.
Otras fuentes añaden que el Gobierno saudí ha ordenado revisar el resto de contratos militares con España.
El
Ministerio de Defensa español confirmó hace dos días que se habían
iniciado los trámites para cancelar el pedido de las 400 bombas y la
devolución de un adelanto de 9 millones de euros.
Ayer responsables de
Asuntos Exteriores dieron una versión menos rotunda con el objetivo de
enfriar la tensión con uno de los principales clientes de la industria
militar española. "No hay ninguna posición oficial sobre la cancelación
del pedido de armas hasta el momento", aseguró ayer a los medios locales
saudís el cónsul español Pablo Pérez .
Frente al silencio del
Gobierno sobre este asunto, el PP lanzó un duro ataque. El presidente
del PP de Cádiz y senador, Antonio Sanz, reclamó al Gobierno "garantías
para no poner en peligro el contrato entre Navantia y Arabia Saudí".
En
su opinión, la decisión de Defensa "ha provocado un nerviosismo dentro
de Navantia y de la provincia de Cádiz que el PSOE no puede ocultar ni
tapar".
Desde el partido socialista se hizo un llamamiento a la calma. La
secretaria de Organización del PSOE en Cádiz y parlamentaria andaluza,
Araceli Maese, indicó que "los contratos van por dos ministerios
diferentes, ya que el de las corbetas va por Hacienda y el de las bombas
lo rescinde Defensa por una mala gestión del anterior ministro".
Las
empresas españolas con intereses en Arabia Saudí como Indra, FCC, Typsa
y Técnicas Reunidas, entre otras, ven con preocupación los
acontecimientos y temen también represalias sobre sus negocios en
marcha.
Además de armas, España vende a la monarquía saudí tecnología de
transporte, ingeniería y obra civil.
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