ROMA.- La inseguridad alimentaria en niveles de emergencia afecta a siete
millones de personas en Yemen y otros 7,1 millones se encuentran en
situación de crisis, cuestión que podría agravarse de persistir los
conflictos armados, informó hoy la FAO.
La Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la
Agricultura (FAO) señaló que la última evaluación de la Organización de
la ONU confirmó que 19 de las 22 provincias de ese país afrontan una
grave situación de inseguridad alimentaria.
El coordinador humanitario de la ONU en Yemen, Jamie McGoldrick, destacó que se trata de una de las peores crisis de hambruna en el mundo con perspectivas de agravarse aún más.
McGoldrick agregó que el conflicto bélico tiene graves consecuencias para ese país y su población, que incrementó la vulnerabilidad generalizada, la destrucción de los mecanismos de supervivencia de las familias, y como resultado la cantidad de personas que padecen hambre es inaceptablemente alta.
Datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia mostraron que unos tres millones de niños menores de cinco años y mujeres embarazadas o lactantes requieren ayuda para tratar o prevenir la malnutrición aguda.
Entre las causas de desnutrición crónica se encuentra la escasez de combustible, las restricciones a las importaciones, y el alza de los precios internos del trigo pese a su descenso a nivel mundial, señaló la FAO.
Además, la carencia de semillas y fertilizantes, y las plagas de langosta condujeron a la paralización de la agricultura, que emplea a cerca del 50 por ciento de la población, agregó.
El representante de la FAO en esa nación, Salah El Hajj Hassan, advirtió que pese al apoyo a las provincias más afectadas, el conflicto en curso, el desplazamiento de población y el acceso limitado a las tierras de cultivo y las zonas de pesca, persisten importantes pérdidas agrícolas.
Por otra parte, la directora en el país del Programa Mundial de Alimentos, Purnima Kashyap, aseveró que ante la situación inestable y sin solución política, se incrementarán las personas con problemas para alimentarse, y solicitó acceso sin restricciones para la distribución de ayuda humanitaria.
El coordinador humanitario de la ONU en Yemen, Jamie McGoldrick, destacó que se trata de una de las peores crisis de hambruna en el mundo con perspectivas de agravarse aún más.
McGoldrick agregó que el conflicto bélico tiene graves consecuencias para ese país y su población, que incrementó la vulnerabilidad generalizada, la destrucción de los mecanismos de supervivencia de las familias, y como resultado la cantidad de personas que padecen hambre es inaceptablemente alta.
Datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia mostraron que unos tres millones de niños menores de cinco años y mujeres embarazadas o lactantes requieren ayuda para tratar o prevenir la malnutrición aguda.
Entre las causas de desnutrición crónica se encuentra la escasez de combustible, las restricciones a las importaciones, y el alza de los precios internos del trigo pese a su descenso a nivel mundial, señaló la FAO.
Además, la carencia de semillas y fertilizantes, y las plagas de langosta condujeron a la paralización de la agricultura, que emplea a cerca del 50 por ciento de la población, agregó.
El representante de la FAO en esa nación, Salah El Hajj Hassan, advirtió que pese al apoyo a las provincias más afectadas, el conflicto en curso, el desplazamiento de población y el acceso limitado a las tierras de cultivo y las zonas de pesca, persisten importantes pérdidas agrícolas.
Por otra parte, la directora en el país del Programa Mundial de Alimentos, Purnima Kashyap, aseveró que ante la situación inestable y sin solución política, se incrementarán las personas con problemas para alimentarse, y solicitó acceso sin restricciones para la distribución de ayuda humanitaria.
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