ABUJA.- El gobierno nigeriano ordenó hoy al Ejército suspender sus ataques
contra un grupo rebelde en el sureño Delta del Níger para emprender un
diálogo que conduzca a la normalización de la situación en esa
estratégica región petrolera.
La decisión oficial de negociar con la nueva organización insurgente
Vengadores del Delta del Nilo en esa zona del estado de Bayelsa fue
anunciada por su gobernador, Ifeanyi Okowa, tras una reunión este martes
del ministro de Petróleo Ibe Kachikwu con jefes militares y
funcionarios de otros estados.
Kachikwu solicitó la víspera a dirigentes del grupo rebelde "envainar sus armas y abrazar el diálogo", en tanto líderes de la comunidad prometieron a apoyar las conversaciones.
Los intentos oficiales de negociar con la organización opositora siguieron a intensos ataques durante los pasados días contra fuerzas castrenses que custodiaban importantes oleoductos en esa región de alto potencial petrolero para el país.
Los Vengadores del Delta del Níger amenazaron además con atentar contra instalaciones administrativas petroleras, tanto gubernamentales como privadas, en Abuja y Lagos para destruir lo que caracterizaron de "infraestructura edificada con nuestro petróleo y con nuestro dinero".
El gobierno nombró el 31 de mayo pasado un nuevo comisionado de Policía en ese explosivo estado sureño, en otro intento por neutralizar al nuevo grupo rebelde.
Un comunicado oficial aseguró antes que las tropas castrenses respondían allí con éxito a los ataques contra oleoductos de los Vengadores del Delta del Níger, pero el grupo rebelde realizó varios asaltos contra el mayor oleoducto de Nembe, vital para la exportación nacional del cotizado combustible Bonny Light.
De acuerdo con fuentes oficiales, la producción nacional petrolera del país decreció al mínimo en 20 años a causa de este tipo de ataques contra instalaciones petroleras sureñas, donde se concentra la mayoría de los yacimientos nacionales del crudo.
El delta del río Níger es una región densamente poblada de unos 75.000 kilómetros cuadrados, un 7,5 por ciento del territorio de Nigeria, el mayor productor petrolero de África junto a Angola, y cuya economía desplazó hace algún tiempo a Sudáfrica del primer lugar del continente.
Kachikwu solicitó la víspera a dirigentes del grupo rebelde "envainar sus armas y abrazar el diálogo", en tanto líderes de la comunidad prometieron a apoyar las conversaciones.
Los intentos oficiales de negociar con la organización opositora siguieron a intensos ataques durante los pasados días contra fuerzas castrenses que custodiaban importantes oleoductos en esa región de alto potencial petrolero para el país.
Los Vengadores del Delta del Níger amenazaron además con atentar contra instalaciones administrativas petroleras, tanto gubernamentales como privadas, en Abuja y Lagos para destruir lo que caracterizaron de "infraestructura edificada con nuestro petróleo y con nuestro dinero".
El gobierno nombró el 31 de mayo pasado un nuevo comisionado de Policía en ese explosivo estado sureño, en otro intento por neutralizar al nuevo grupo rebelde.
Un comunicado oficial aseguró antes que las tropas castrenses respondían allí con éxito a los ataques contra oleoductos de los Vengadores del Delta del Níger, pero el grupo rebelde realizó varios asaltos contra el mayor oleoducto de Nembe, vital para la exportación nacional del cotizado combustible Bonny Light.
De acuerdo con fuentes oficiales, la producción nacional petrolera del país decreció al mínimo en 20 años a causa de este tipo de ataques contra instalaciones petroleras sureñas, donde se concentra la mayoría de los yacimientos nacionales del crudo.
El delta del río Níger es una región densamente poblada de unos 75.000 kilómetros cuadrados, un 7,5 por ciento del territorio de Nigeria, el mayor productor petrolero de África junto a Angola, y cuya economía desplazó hace algún tiempo a Sudáfrica del primer lugar del continente.
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