LONDRES.-
La emisora BeIN Media Group despidió a casi una quinta parte de su
personal en Medio Oriente y África del Norte debido a que la piratería
hizo caer sus ingresos por televisión pagada.
La
compañía ha desvinculado a unos 300 empleados en Qatar, cerca del 18%
de la fuerza laboral local, señaló una persona que habló bajo condición
de anonimato. BeIN informó en una declaración la toma de algunas
"decisiones difíciles para reestructurar nuestro negocio" y reflejar el
impacto de la piratería en la empresa.
La
cadena ha crecido hasta convertirse en un actor importante en materia
de derechos de transmisión deportiva desde su base en el pequeño estado
del Golfo. Esa condición ahora se ve amenazada por la aparición de
BeoutQ, una operación rival a la que BeIN acusa de piratear gran parte
de su contenido deportivo y de entretenimiento y venderlo a espectadores
de todo el Medio Oriente.
"Estas
decisiones asegurarán nuestro negocio para el futuro, no vamos a
desaparecer", afirmó BeIN Media. "No detendremos nuestra lucha contra
BeoutQ hasta que termine".
BeIN
asegura que la piratería es parte de una guerra diplomática y comercial
de mayor alcance con Arabia Saudita, poderoso vecino de Qatar.
Los
canales de BeoutQ se distribuyen en línea y están disponibles a través
de la red satelital Arabsat con sede en la capital saudí, Riad. El
gobierno saudí y Arabsat niegan cualquier vínculo con BeoutQ.
BeIN
atribuye al problema de la piratería su decisión de no presentar
ofertas por derechos de grandes eventos deportivos como las carreras de
Fórmula 1. Presentó un caso de arbitraje internacional en octubre
pasado, reclamando 1.000 millones de dólares en daños al ser "expulsados
ilegalmente del mercado saudí".
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