TEHERÁN.- El presidente de Irán, Hassan Rouhani, dijo el martes que no entablará
una guerra contra país alguno, adoptando un tono moderado después de que
Estados Unidos anunciase el despliegue de más tropas en Oriente
Próximo.
Los temores a un enfrentamiento entre las dos naciones han aumentado
desde los ataques del pasado jueves a dos buques petroleros cerca del
estratégico estrecho de Ormuz, en incidentes por los que Washington ha
responsabilizado a Teherán.
Irán negó estar involucrado en los
ataques y dijo el lunes que pronto superaría los límites de la capacidad
permitida para enriquecer uranio bajo los términos del acuerdo nuclear
firmado en 2015.
Al exceder la capacidad de enriquecimiento de
uranio, la república islámica generaría una crisis diplomática y
forzaría a otros firmantes del acuerdo, que incluyen a China, Rusia y a
potencias europeas, a confrontarla.
La hostilidad creciente hizo
que China llamara a la cautela. Su jefe diplomático advirtió que el
mundo no debería abrir “la caja de Pandora” de Oriente Próximo, mientras
que denunció la presión estadounidense sobre Irán y afirmó que los
límites del acuerdo nuclear deberían respetarse.
Rusia, entretanto, pidió a todos los bandos ejercer moderación.
En
un discurso, Rouhani calificó como infructuosos los esfuerzos por
aislar a Irán y sugirió que el Gobierno del presidente Donald Trump
tiene poca experiencia en asuntos internacionales. Aún así, dijo que su
país no está buscando un conflicto.
“Irán no hará la guerra a
ninguna nación”, dijo Rouhani en un discurso emitido en directo por la
televisión estatal. “Quienes se enfrentan a nosotros son un grupo de
políticos con poca experiencia”.
“A pesar de todos los esfuerzos
de los estadounidenses en la región y su deseo de cortar nuestros lazos
con todo el mundo y de mantener aislada a Irán, no han tenido éxito”,
agregó Rouhani.
El secretario de
Defensa interino de Estados Unidos, Patrick Shanahan, anunció el lunes
el despliegue de 1.000 efectivos más a Oriente Próximo para lo que
describió como propósitos defensivos, citando preocupación por una
presunta amenaza de Irán.
El envío de tropas se suma al
incremento de 1.500 militares anunciado el mes pasado en respuesta a los
ataques contra buques petroleros ocurridos en mayo. Previamente,
Washington incrementó las sanciones contra Irán, al indicar que todos
los países y compañías que importen petróleo iraní serían vetados para
hacer negocios vinculados al sistema financiero estadounidense.
El
anuncio de Irán el lunes de que pronto superaría los límites de cuánto
uranio enriquecido puede almacenar según el acuerdo multilateral fue
calificado por un portavoz de seguridad de la Casa Blanca como un
“chantaje nuclear”.
La medida socava aún más el pacto nuclear,
pero Rouhani dijo que ni a la región ni al mundo le convienen que el
acuerdo se deshaga.
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