MOSCÚ.- Rusia
y EEUU acordaron hoy normalizar las relaciones entre los dos países,
pero no lograron rebajar la tensión en ninguna de las crisis abiertas,
como Venezuela e Irán.
"Como
somos las dos mayores potencias nucleares, la tensión entre Rusia y
EEUU repercute negativamente en la situación en el mundo", dijo el
ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en rueda de prensa tras
reunirse con su homólogo estadounidense, Mike Pompeo.
Por
eso, agregó en el balneario ruso de Sochi (mar Negro), "Pompeo y yo
hemos coincidido en que hay que intentar dar pasos prácticos para
corregir esta situación".
Todo
fueron buenas intenciones al inicio de la reunión. Pompeo recordó
también que el presidente de EEUU, Donald Trump, está decidido a
"mejorar" las relaciones con Rusia, ya que es algo que redundará "en
beneficio" de ambos pueblos.
Lavrov
incluso adelantó que si EEUU presenta una propuesta formal, el
presidente ruso, Vladímir Putin, aceptará reunirse en la cumbre del G20
en Osaka con su homólogo estadounidense, que canceló abruptamente el
encuentro previsto a finales del pasado año en Buenos Aires por el
incidente naval en el mar Negro entre Rusia y Ucrania.
El
propio Putin dijo posteriormente al recibir también a Pompeo que el
Kremlin está dispuesto a restablecer "plenamente" las relaciones con la
Casa Blanca.
"Tengo
la impresión de que el presidente (Donald Trump) pretende reconstruir
las relaciones entre Estados Unidos y Rusia y los contactos para
resolver los temas de interés mutuo", indicó en la residencia
presidencial.
Pero
las cosas ya no parecieron tan de color de rosa después de tres horas
de intensas consultas entre Lavrov y Pompeo en las que repasaron los
principales conflictos mundiales.
"Estados
Unidos y más de 50 países consideran que ha llegado la hora de que (el
presidente de Venezuela, Nicolás) Maduro deje el poder", dijo Pompeo,
que no perdió la sonrisa en ningún momento en su primera visita a este
país.
El
jefe de la diplomacia estadounidense, cuyo país respalda al líder
opositor Juan Guaidó, que ha sido reconocido como presidente del país
por más de una cincuentena de naciones, cree que Maduro debe renunciar
para que "termine el sufrimiento del pueblo venezolano".
"Esperamos que el apoyo ruso a Maduro se termine", enfatizó.
Lavrov le replicó de manera no menos tajante: "No se puede instaurar una democracia por la fuerza".
Con
respecto al agravamiento de la crisis nuclear iraní, Pompeo aseguró que
EEUU seguirá ejerciendo "presión" sobre la República Islámica para que
"vuelva al redil de los países responsables".
No
obstante, negó que Washington desee "una guerra con Irán", aunque
aseguró que tomará medidas si sus intereses se ven amenazados, entre
otras cosas por el apoyo iraní a la guerrilla chií Hizbulá.
La
aclaración no estaba de más, ya que informaciones publicadas en EEUU
aludieron a una supuesta propuesta del Pentágono de enviar 120.000
tropas a Oriente Medio para hacer frente a una posible amenaza iraní,
algo que Trump negó justo cuando Pompeo estaba dando la conferencia de
prensa con Lavrov.
El
jefe de la diplomacia rusa, expresó su confianza en que "la razón
impere" y esos supuestos planes militares de EEUU sean sólo un rumor,
tal y como le había asegurado su homólogo.
Una
de las pocas buenas noticias de la reunión entre ambos fue la decisión
de crear grupos de trabajo para negociar una prórroga para el Nuevo
START o START III, tratado de desarme que expira en 2021 y limita el
armamento estratégico.
No
obstante, Pompeo matizó que EEUU "quiere que China participe en las
negociaciones", algo que el propio ministro de Exteriores chino, Wang
Yi, descartó el lunes en Sochi antes de reunirse con Putin.
Rusia
ya ha manifestado que quiere prolongar por otros cinco años el START,
algo vital tras la renuncia por parte de ambos países al tratado INF de
reducción de misiles de mediano y corto alcance.
Otra
conocida manzana de la discordia en las relaciones bilaterales,
Ucrania, llevó a Pompeo a pedir a Rusia que "tienda una mano" al
presidente electo, Vladímir Zelenski.
El
objetivo, dijo debe ser solucionar la crisis entre ambos países, lo que
incluiría la liberación de los marineros ucranianos atrapados por
guardacostas rusos en noviembre pasado en el mar Negro.
Como
había prometido, Pompeo también sacó a la luz el asunto de "la
injerencia en una campaña electoral de EEUU", que tachó de
"inadmisible".
"Si
esto sucede también en 2020, con toda seguridad nuestras relaciones
mutuas empeorarán. Hacemos un llamamiento para que no lo hagan,
simplemente no lo admitiremos", advirtió Pompeo.
Lavrov
pasó al contraataque y entregó a su homólogo un documento no oficial
sobre la supuesta injerencia de EEUU en los asuntos internos de Rusia.
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