RIAD.- El
gobierno saudita afirmó este miércoles que los recientes ataques contra
navíos e instalaciones petroleras amenazan a Arabia Saudita y también a
"la seguridad del abastecimiento" de petróleo y a la "economía
mundial".
Ataques
con drones reivindicados por los rebeldes hutíes de Yemen provocaron el
cierre de un gran oleoducto el martes en Arabia Saudita.
Esos
ataques se produjeron al día siguiente de unos misteriosos sabotajes de
cuatro buques en aguas del Golfo denunciados por Arabia Saudita y los
Emiratos Árabes Unidos.
Sin
embargo, la calma prevalece en los mercados petroleros y la oferta
mundial se mantiene estable, indicó la Agencia Internacional de la
Energía (AIE).
Es
importante "enfrentar a las entidades terroristas que cometen estos
actos de sabotaje, en particular las milicias hutíes apoyadas por Irán
en Yemen", afirmó el ministro saudita de Comunicación, Turki Al
Shabanah, después de una reunión del gobierno presidida por el rey
Salmán.
El
gobierno reiteró la denuncia de los "actos subversivos" contra cuatro
navíos civiles -dos petroleros sauditas, uno noruego y un buque emiratí-
ocurridos el domingo en el Golfo, cerca de los Emiratos Árabes Unidos,
indicó el comunicado.
Se
trata de una "amenaza flagrante para la seguridad del tráfico marítimo"
y tiene "consecuencias negativas para la paz y la seguridad regional e
internacional", agregó.
Shabanah
recordó también "la responsabilidad conjunta de la comunidad
internacional en la preservación de la seguridad de la navegación
marítima y de la seguridad de los petroleros para evitar impactos
negativos" en los mercados de la energía.
Arabia
Saudita, principal rival de Irán en Oriente Medio, interviene
militarmente en Yemen desde 2015 junto a los Emiratos en apoyo de las
fuerzas gubernamentales en guerra con los rebeldes hutíes, que controlan
vastas regiones del oeste y el norte del país y la capital Saná.
El martes, los hutíes reivindicaron un ataque con drones contra dos estaciones de bombeo en la región de Riad, Arabia Saudita.
El
ataque provocó un incendio y daños que obligaron a Aramco, la compañía
petrolera saudita, a cerrar "temporalmente" el oleoducto que une el este
y el oeste de Arabia Saudita.
Las
autoridades dijeron que la producción y las exportaciones no se habían
visto afectadas, pero el miércoles por la mañana no habían dicho cuándo
iba a entrar el oleoducto de nuevo en servicio.
En
Yemen, uno de los jefes rebeldes, Mohamed Ali al Huti, declaró el
miércoles en Twitter que las reivindicaciones de los insurgentes no son
"imposibles".
Pedimos "el fin del bloqueo" aéreo, marítimo y terrestre impuesto por Arabia Saudita y sus aliados, escribió Al Huti en Twitter.
Expertos
estadounidense, franceses, noruegos y sauditas están investigando los
"actos de sabotaje" contra cuatro navíos frente a las costa del emirato
de Fuyaira, uno de los siete que forman la federación de los Emiratos
Árabes Unidos, dijo un responsable emiratí.
Los
últimos acontecimientos frente a la costa de los Emiratos y Arabia
Saudita hicieron subir la tensión en el Golfo, donde Estados Unidos e
Irán están inmersos en una guerra psicológica.
Estados Unidos despachó a la región un portaaviones y varios bombarderos B-52 respondiendo a presuntas amenazas iraníes.
Ante
el aumento de la tensión, los ejércitos alemán y holandés anunciaron la
suspensión hasta nueva orden de sus operaciones de formación militar en
Irak.
Elevando
el tono, el ministro de Defensa de Irán, Amir Hatami, advirtió que
Estados Unidos y su aliado Israel sufrirían el "amargo sabor de la
derrota".
"La orgullosa nación del Irán islámico una vez más... superará este período delicado con la cabeza bien alta", dijo Hatami.
Un
día después de recibir al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike
Pompeo, en Rusia, el presidente Vladimir Putin dijo que lamentaba que el
acuerdo nuclear de Irán se desmoronara, pero recalcó que su país no era
el "cuerpo de bomberos" para "rescatar todo".
Anteriormente,
el portavoz de Putin, Dmitry Peskov, expresó su preocupación por el
aumento de la tensión con Irán a pesar de que Pompeo aseguró que
Washington no estaba buscando la guerra.
"Hasta ahora constatamos la escalada continua de las tensiones en torno a este tema", dijo Peskov.
"Nos
entristece ver las decisiones tomadas por la parte iraní", dijo Peskov,
que argumentó sin embargo que Washington ha estado provocando a
Teherán.
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