HOUSTON.- Las
exportaciones de crudo que financian el régimen de Nicolás Maduro en
Venezuela se desplomaron el mes pasado en medio de cortes de energía
crónicos y sanciones.
Los
envíos cayeron cuando Venezuela sufrió cuatro apagones a escala
nacional que obligaron a cerrar escuelas y metros, y recortaron la
producción de petróleo. Se estima que los apagones han reducido la
producción a aproximadamente 600.000 barriles diarios, en comparación
con 1,008 millones en febrero, dado que el país afectado por la crisis
carecía de electricidad para alimentar las plataformas de perforación y
tuberías que mueven el petróleo hacia la costa.
Las
exportaciones de crudo cayeron por cuarto mes consecutivo a 636.129
barriles diarios en marzo. Los cortes de energía forzaron el cierre del
puerto petrolero clave de José, la principal puerta de entrada para las
exportaciones de petróleo del país, durante casi ocho días, o una cuarta
parte del mes.
Al menos cuatro súper buques programados para carga en
marzo se incorporaron a abril debido a los retrasos. Uno de ellos, el
Maran Cygnus, concedido a Rosneft Oil Co. PJSC, ha estado intentando
completar la carga desde el 23 de marzo.
"Si
los cortes de energía continúan en Venezuela, veremos que la producción
seguirá cayendo", dice Helge Andre Martinsen, analista de petróleo en
DNB ASA. "Además, se espera que EE.UU. ejerza más presión sobre
Venezuela y los compradores de su petróleo", dijo en una entrevista en
Houston.
En
2018, tras años de mala gestión, la producción se redujo al punto más
bajo en 69 años. Las sanciones ahuyentan a las refinerías en EE.UU. como
Lukoil PJSC, la rama comercial de Litasco SA y Trafigura Group Ltd,
obligando a Petróleos de Venezuela SA a recurrir a compradores menos
conocidos y almacenar el petróleo no deseado en los buques.
Hay 10,1
millones de barriles de petróleo venezolano almacenados en el agua en la
costa del país.
Las
refinerías estadounidenses no han comprado ningún crudo venezolano
después de que se anunciaron sanciones más severas a finales de enero.
China todavía está recibiendo barriles que no generan ingresos pues
representan el pago de antiguos préstamos, mientras que Reliance
Industries Ltd de India y la petrolera estatal rusa Rosneft participan
en acuerdos de trueque donde obtienen petróleo a cambio de oferta de
combustibles.
Rosneft también está recibiendo petróleo para compensar
préstamos pasados ya que PDVSA aún tiene una deuda pendiente de 2.300
millones de dólares con la petrolera rusa.
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