MADRID.- “Hace apenas unos meses, el príncipe heredero Mohammed bin Salman
era aclamado como el reformador que el mundo árabe necesita, pero la
revelación del asesinato de Khashoggi ha destruido esa imagen. Me
sorprende que haya sido necesario asesinar a un periodista del
Washington Post para que todo el mundo diga ‘oh, supongo que realmente no es un reformador’ y, mientras tanto, todos los musulmanes que conoces seguían diciendo ‘no importa, es el príncipe heredero de Arabia Saudí’. Así que éste sería un buen momento para reevaluar nuestra relación con Arabia Saudí”.
Comentarios como éste han provocado que Netflix retire un capítulo del
programa ‘Patriot Act’ de su oferta en Arabia Saudí, después de la
queja formal presentada por el gobierno de Riad. El espacio está
presentado por el cómico estadounidense Hasan Minhaj, que es musulmán, y
mezcla comentarios políticos y culturales con el humor.
Minhaj se burló en su programa de la esperpéntica situación vivida tras el asesinato de Jamal Khashoggi: “Los saudíes estaban sudando para explicar su desaparición: dijeron que dejó el consulado sano y salvo y utilizaron a un doble para hacer creer que estaba vivo”.
Defienden la libertad de expresión
La plataforma de vídeo ha confirmado al Financial Times
que, efectivamente, ha retirado este programa en Arabia Saudí, aunque
se reafirma en su posición: “Apoyamos firmemente la libertad artística
en todo el mundo y sólo eliminamos este programa en Arabia Saudí después de recibir una petición legal válida y para cumplir con las leyes locales”.
Netflix asegura
también que los funcionarios árabes les amenazaron con ser perseguidos
por las leyes del país. En ellas se estipula que “la producción,
preparación, transmisión o almacenamiento de material que incida en el
orden público, los valores religiosos, la moral pública y la privacidad,
a través de ordenadores o la red de información” es un delito que se
castiga con hasta cinco años de cárcel y una multa que puede alcanzar los 800.000 dólares (unos 700.000 euros).
Pese a las amenazas, el programa puede seguir viéndose en el país a través del canal de YouTube de Netflix en Arabia Saudí, de donde no ha sido eliminado. Mientras, la editora de Jamal Khashoggi en el Washington Post, Karen Attiah, calificó la decisión en su cuenta de Twitter de "escandalosa".
Attiah recordaba también que Minhaj “ha sido una voz fuerte, honesta (y divertida) que desafía a Arabia Saudí y a Mohammed bin Salman”.
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