VIENA.- La administración Trump está presionando para reabrir una investigación especial sobre las dimensiones militares del trabajo nuclear que Irán realizó en el pasado. Pero no está ganando terreno entre los funcionarios internacionales que pueden apoyar para que esto suceda.
En
las últimas semanas, funcionarios estadounidenses han aumentado la
presión sobre el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA),
amenazando con nuevas sanciones y abogando por inspecciones más
agresivas, según documentos obtenidos y entrevistas con
diplomáticos.
Sin
embargo, los esfuerzos están fracasando, dicen tres diplomáticos que
participaron en una reunión convocada junto a la embajada OIEA de EE.UU
la semana pasada en Viena.
Es
un rechazo extraño para EE.UU. en el OIEA, cuyos inspectores han sido
fundamentales para superar las sanciones de la ONU aplicadas contra
Irán.
El episodio ilustra la creciente dificultad que enfrentan los funcionarios estadounidenses para convencer a los aliados de que sigan la vía de EE.UU. frente a Irán.
El episodio ilustra la creciente dificultad que enfrentan los funcionarios estadounidenses para convencer a los aliados de que sigan la vía de EE.UU. frente a Irán.
Los
diplomáticos de la reunión de Viena solicitaron no ser identificados a
cambio de conversar sobre los detalles de la sesión informativa privada
del 20 de enero a la que asistieron 70 diplomáticos asignados al OIEA,
el organismo encargado de verificar el acuerdo nuclear de 2015 entre
Irán y las potencias mundiales que el presidente de EE.UU., Donald
Trump, abandonó en mayo.
Los
enviados escucharon detalles de lo que el asesor de Seguridad Nacional,
John Bolton, llamaba "evidencia sustancial" de que Irán había mentido a
los inspectores del OIEA.
"Existe
la sensación de que el gobierno está frustrado porque su campaña para
renegociar el acuerdo no está funcionando", dijo Ellie Geranmayeh,
miembro principal del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
"Lo que
vemos es que la campaña de máxima presión de EE.UU. se está calentando
aún más".
El
fundamento del alegato de Bolton era el análisis realizado por dos
opositores del acuerdo con Irán: la Fundación para la Defensa de las
Democracias y el Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional.
Con base en los nuevos datos suministrados por Israel, los
investigadores con sede en Washington han afirmado que identificaron una
instalación nuclear iraní previamente desconocida, junto con lagunas en
los informes del OIEA.
Las
revelaciones requieren que el OIEA "reanude su investigación sobre el
programa de armas nucleares pasado y posiblemente en curso de Irán",
según los documentos distribuidos en la reunión.
EE.UU. desea obtener más información sobre los sitios que se
están inspeccionando y amenaza con imponer sanciones a los proyectos de
cooperación técnica del OIEA con Irán, según un documento separado que fue distribuido a los diplomáticos en Viena el mes
pasado.
La embajada de EE.UU. en Viena prefirió no hacer comentarios, haciendo referencia al cierre gubernamental federal.
El
OIEA también decidió no comentar. Culminó una investigación de 12 años
sobre Irán en 2015, concluyendo que científicos habían realizado
estudios relacionados con armas nucleares antes de 2009 y que nunca
habían avanzado en la creación de la bomba.
"Existe
la preocupación de que EE.UU. y algunos países más quieren precipitar
una crisis de inspección", dijo Geranmayeh, quien asesora a los
gobiernos europeos sobre Irán.
"Pero ha habido resistencia frente al
tema. Las partes interesadas en el acuerdo sienten que tienen un buen
entendimiento sobre lo que está sucediendo en Irán".
Los
diplomáticos en Viena dijeron que si bien continuarán interactuando con
EE.UU., prefieren evitar generar un escenario que pueda escalar y
convertirse en una nueva crisis con Irán.
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