WASHINGTON.- Estados Unidos aumentó el
lunes la presión contra el mandatario Nicolás Maduro en Venezuela, con
sanciones a la estatal petrolera PDVSA, su principal fuente de ingresos,
y un llamado a los militares venezolanos a aceptar una transferencia
"pacífica" del poder al opositor Juan Guaidó.
La crisis política
en Venezuela, que en una semana de manifestaciones dejó 35 muertos y 850
detenidos según varias ONG, "aterra" al papa Francisco, que este lunes
dijo temer un "derramamiento de sangre".
Las sanciones de Estados Unidos buscan impedir a Maduro
desviar activos de Venezuela hasta que el poder pueda ser transferido a
un gobierno de transición, o un nuevo gobierno elegido según las normas
democráticas, explicó a periodistas el secretario del Tesoro, Steve
Mnuchin.
"Hacemos un llamamiento a nuestros aliados y socios para que
se unan a Estados Unidos en reconocer al presidente interino Guaidó y en
impedir que Maduro pueda acceder a fondos", dijo desde la Casa Blanca.
Al mismo tiempo, Guaidó anunciaba en Caracas que su gobierno estaba asumiendo el control de los activos de Venezuela.
"A
partir de este momento iniciamos la toma del control progresivo y
ordenado de los activos de nuestra República en el exterior, para
impedir que en su etapa de salida (...) el usurpador y su banda busque
'raspar la olla' (agotar)", dijo en un comunicado difundido en redes
sociales.
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