MADRID.- El ministro español de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha
confirmado que el Gobierno enviará a Arabia Saudí las 400
bombas láser del Ejército vendidas en virtud de un contrato en 2015, y
ha señalado que se trata un "armamento de precisión", guiado por láser,
que "no produce efectos colaterales en el sentido de que da en el blanco
que se quiere con una precisión extraordinaria".
En declaraciones a Onda Cero, el ministro ha señalado que el Gobierno
español ha decidido entregar las bombas para “honrar un contrato que viene de
2015, del anterior Gobierno, y en el que no se ha detectado ninguna
irregularidad que permitiese no ponerlo en práctica”, confirmando así
una información adelantada por ‘El Periódico’, según la cual el
ejecutivo comunicó a Riad ya este miércoles que las bombas serían
entregadas.
La semana pasada el Ministerio de Defensa dijo que iba a paralizar
este contrato pero el viernes rebajó el anuncio a una declaración de
intenciones y señaló que aún lo estaba estudiando, después de que los
trabajadores de Navantia hicieran público que el Gobierno saudí había
amenazado con cancelar el multimillonario contrato de construcción de
cinco corbetas en los astilleros de San Fernando (Cádiz).
Preguntado si Arabia Saudí llegó a advertir al Gobierno español sobre
el contrato de Navantia, Borrell ha replicado que las cosas no se
plantean con esa “crudeza” pero ha admitido que “Arabia Saudí considera
las relaciones comerciales en materia de armamento como un todo”.
El ministro ha detallado que el contrato para la venta de las bombas
ha pasado tres veces por la JIMDDU, la comisión interministerial que
autoriza las ventas de armamento y, tras una semana de “intenso trabajo”
y de contactos por parte de varios ministerios, el Ejecutivo no ha
“encontrado ninguna razón para no cumplirlo”.
En cuanto a si el Gobierno ha recibido garantías de que no se usarán
contra población civil, ha respondido que se trata de armamento “de
precisión”, destinado a objetivos militares de “alta resistencia y alta
precisión” mientras que son las bombas menos sofisticadas las que pueden
producir de manera más frecuente y más probable “dramas humanitarios”.
En ese sentido ha explicado la nota emitida el pasado agosto por su
Ministerio -días después de un bombardeo en Yemen en el que murieron
niños- según la cual se van a revisar los criterios con los que se
conceden las autorizaciones de exportación de armas “para poder hacer un
trazado y garantizar cuál va a ser su uso”.
A su modo de ver, lo que sucedió en este caso fue que el Ministerio
de Defensa ha estado revisando todos los contratos, teniendo en cuenta
también lo que sucede en escenarios bélicos como Yemen, y en ese
concreto “alguna circunstancia debió de llamarle la atención”, por
ejemplo el hecho de que no sea una venta de una empresa de armamento,
sino de stock del Ejército español, y por eso “lo puso en análisis”.
Con todo, no ha querido “polemizar” con su colega de Defensa,
Margarita Robles, ni valorar si ha quedado desautorizada por la gestión
de ese asunto.
El Gobierno español ordena enviar las bombas a Arabia Saudí
El Gobierno español ha informado este jueves de la venta de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí tras estudiar el envío durante una semana y no detectar “ninguna irregularidad”, según ha confirmado el ministro de Exteriores, Josep Borrell.
En declaraciones en Onda Cero, el titular de Exteriores ha admitido que el Ejecutivo “no ha encontrado ninguna razón” para no cumplir con la entrega de las armas, que ha atribuido al cumplimiento de un contrato firmado en 2015 por el anterior Gobierno de Mariano Rajoy.
Con esta decisión el Gobierno desautoriza a la titular de Defensa, Margarita Robles, que había paralizado el envío. El anuncio de la ministra había generado una oleada de protestas entre los trabajadores de la empresa pública Navantia por el temor de que el país asiático pudiese cancelar como represalia un contrato de cinco corbetas en los astilleros de San Fernando.
Y es que, el contrato de las bombas, que probablemente sean destinadas a que Arabia Saudí ataque a Yemen, en una guerra que ya ha provocado más de 10.000 muertos, asciende a 9,2 millones de euros, mientras que la venta de los barcos supone 1.813 millones y afecta a 6.000 puestos de trabajo.
Hay que recordar que Defensa había avanzado que el contrato de las bombas se cancelaría y que se devolverían los 9,2 millones de euros abonados por este material dejando así sin efecto el contrato firmado entre España y Arabia Saudí en enero de 2015.
Sin embargo, el Gobierno precisó después que ese contrato de venta de armas estaba en estudio, que no se había adoptado una decisión en firme y que su cancelación era una mera declaración de intenciones por parte de Defensa, señalando directamente así a Robles.
La cancelación de la venta de las bombas podía haber puesto en peligro a su vez el contrato de Arabia Saudí para la compra de cinco corbetas a Navantia, una posibilidad ante la que en las últimas semanas se han sucedido las protestas de los trabajadores de los astilleros de esta empresa en San Fernando.
Al plantearle si cree que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha sido desautorizada con esta decisión, Borrell se ha limitado a señalar que lo último que iba a hacer era polemizar en público con una compañera de Gabinete.
Sí ha insistido en que no se han encontrado motivos para rescindir el contrato firmado por el Gobierno de Mariano Rajoy, y ante el argumento de que Arabia Saudí podría utilizar las bombas contra la población civil de Yemen, ha explicado que ese armamento es de precisión y, por tanto, no provoca efectos colaterales.
“Con este tipo de armas no puede haber esos bombardeos producidos con armas menos sofisticadas un poco lanzadas al azar y que provocan esa clase de tragedias que todos hemos condenado”, ha añadido.
En ese contexto, ha recordado que su Ministerio anunció en agosto que a partir de ahora se van a revisar los criterios por los que se autoriza la exportación de armas.
“Este contrato está firmado hace tres años, ha pasado tres veces por la comisión interministerial que autoriza la venta de armas y no hemos encontrado ninguna razón para no cumplirlo”, ha reiterado.
Borrell ha justificado en una “lógica inquietud” ante algunos escenarios bélicos, no sólo en Yemen, el que el Ministerio de Defensa haya revisado también todos los contratos pendientes de venta de armas.
“Creyó detectar en ese (el firmado con Arabia Saudí) alguna circunstancia que le llamaría la atención, como el hecho de que no era una venta de armas por parte de una empresa que las fabrica, sino que era parte del ‘stock’ de munición del propio Ejército”, ha añadido.
Ante la pregunta de si Arabia Saudí había trasladado al Gobierno que si ese contrato no se mantenía rescindiría el de la compra de cinco corbetas, el ministro ha señalado que ese país “considera las relaciones en materia de armamento como un todo” pero no se explicita con esa “crudeza”.
El Gobierno español ordena enviar las bombas a Arabia Saudí
El Gobierno español ha informado este jueves de la venta de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí tras estudiar el envío durante una semana y no detectar “ninguna irregularidad”, según ha confirmado el ministro de Exteriores, Josep Borrell.
En declaraciones en Onda Cero, el titular de Exteriores ha admitido que el Ejecutivo “no ha encontrado ninguna razón” para no cumplir con la entrega de las armas, que ha atribuido al cumplimiento de un contrato firmado en 2015 por el anterior Gobierno de Mariano Rajoy.
Con esta decisión el Gobierno desautoriza a la titular de Defensa, Margarita Robles, que había paralizado el envío. El anuncio de la ministra había generado una oleada de protestas entre los trabajadores de la empresa pública Navantia por el temor de que el país asiático pudiese cancelar como represalia un contrato de cinco corbetas en los astilleros de San Fernando.
Y es que, el contrato de las bombas, que probablemente sean destinadas a que Arabia Saudí ataque a Yemen, en una guerra que ya ha provocado más de 10.000 muertos, asciende a 9,2 millones de euros, mientras que la venta de los barcos supone 1.813 millones y afecta a 6.000 puestos de trabajo.
Hay que recordar que Defensa había avanzado que el contrato de las bombas se cancelaría y que se devolverían los 9,2 millones de euros abonados por este material dejando así sin efecto el contrato firmado entre España y Arabia Saudí en enero de 2015.
Sin embargo, el Gobierno precisó después que ese contrato de venta de armas estaba en estudio, que no se había adoptado una decisión en firme y que su cancelación era una mera declaración de intenciones por parte de Defensa, señalando directamente así a Robles.
La cancelación de la venta de las bombas podía haber puesto en peligro a su vez el contrato de Arabia Saudí para la compra de cinco corbetas a Navantia, una posibilidad ante la que en las últimas semanas se han sucedido las protestas de los trabajadores de los astilleros de esta empresa en San Fernando.
Al plantearle si cree que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha sido desautorizada con esta decisión, Borrell se ha limitado a señalar que lo último que iba a hacer era polemizar en público con una compañera de Gabinete.
Sí ha insistido en que no se han encontrado motivos para rescindir el contrato firmado por el Gobierno de Mariano Rajoy, y ante el argumento de que Arabia Saudí podría utilizar las bombas contra la población civil de Yemen, ha explicado que ese armamento es de precisión y, por tanto, no provoca efectos colaterales.
“Con este tipo de armas no puede haber esos bombardeos producidos con armas menos sofisticadas un poco lanzadas al azar y que provocan esa clase de tragedias que todos hemos condenado”, ha añadido.
En ese contexto, ha recordado que su Ministerio anunció en agosto que a partir de ahora se van a revisar los criterios por los que se autoriza la exportación de armas.
“Este contrato está firmado hace tres años, ha pasado tres veces por la comisión interministerial que autoriza la venta de armas y no hemos encontrado ninguna razón para no cumplirlo”, ha reiterado.
Borrell ha justificado en una “lógica inquietud” ante algunos escenarios bélicos, no sólo en Yemen, el que el Ministerio de Defensa haya revisado también todos los contratos pendientes de venta de armas.
“Creyó detectar en ese (el firmado con Arabia Saudí) alguna circunstancia que le llamaría la atención, como el hecho de que no era una venta de armas por parte de una empresa que las fabrica, sino que era parte del ‘stock’ de munición del propio Ejército”, ha añadido.
Ante la pregunta de si Arabia Saudí había trasladado al Gobierno que si ese contrato no se mantenía rescindiría el de la compra de cinco corbetas, el ministro ha señalado que ese país “considera las relaciones en materia de armamento como un todo” pero no se explicita con esa “crudeza”.
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