MADRID.- El Gobierno tiene todo preparado para firmar mañana un acuerdo de
entendimiento con Arabia Saudí para la construcción y venta, tras dos
años de retraso, de cinco corbetas de Navantia. Será el mayor pedido
procedente del exterior recibido hasta la fecha por la empresa pública
española, según recoge hoy Expansión.
La ocasión la brindará la visita entre hoy y mañana a España del
príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, de gira por
Europa tras un viaje de tres semanas por Estados Unidos.
El príncipe tiene previsto reunirse mañana a media mañana con Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, donde se celebrará un almuerzo en su honor. A las 17:00 horas firmará en La Moncloa junto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el acuerdo que habilita la celebración del contrato con Navantia.
El príncipe tiene previsto reunirse mañana a media mañana con Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, donde se celebrará un almuerzo en su honor. A las 17:00 horas firmará en La Moncloa junto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el acuerdo que habilita la celebración del contrato con Navantia.
Almuerzo en La Zarzuela
La
agenda de la Casa Real adelanta que, en el encuentro, "se firmarán
varios acuerdos bilaterales entre los dos países". Fuentes
gubernamentales indicaron a Expansión que entre los acuerdos figura el
relacionado con las corbetas de Navantia. Ésta es la previsión del
Ejecutivo, que prefiere mantener la cautela hasta el final, ya que el
cliente saudí siempre puede cambiar de parecer a última hora.
La dimensión del contrato justifica en buena parte la expectación y las reservas con las que desde el Gobierno se ha acogido la visita de Bin Salman. Está valorado en 2.000 millones de euros y consiste en la construcción de cinco corbetas de tipo Avante 2200, parecidas a las que Navantia construyó para la Armada de Venezuela. El contrato viene acompañado, además, de la construcción de una base en Arabia Saudí y de la prestación de servicios de adiestramiento a los militares del país para la operación de estas embarcaciones.
Este último aspecto ha sido uno de los factores que ha retrasado la firma. Las fuentes consultadas explican que la ubicación de la base y el interés del Gobierno saudí por elevar el protagonismo de sus empresas en este proyecto han contribuido a los retrasos. Se da por hecho que, en las negociaciones entre ambos países, también han incidido otros aspectos como la marcha de las obras del AVE entre Medina y La Meca.
La dimensión del contrato justifica en buena parte la expectación y las reservas con las que desde el Gobierno se ha acogido la visita de Bin Salman. Está valorado en 2.000 millones de euros y consiste en la construcción de cinco corbetas de tipo Avante 2200, parecidas a las que Navantia construyó para la Armada de Venezuela. El contrato viene acompañado, además, de la construcción de una base en Arabia Saudí y de la prestación de servicios de adiestramiento a los militares del país para la operación de estas embarcaciones.
Este último aspecto ha sido uno de los factores que ha retrasado la firma. Las fuentes consultadas explican que la ubicación de la base y el interés del Gobierno saudí por elevar el protagonismo de sus empresas en este proyecto han contribuido a los retrasos. Se da por hecho que, en las negociaciones entre ambos países, también han incidido otros aspectos como la marcha de las obras del AVE entre Medina y La Meca.
Los barcos serán construidos en las instalaciones de Navantia en la
Bahía de Cádiz, en San Fernando, y supondrán un espaldarazo para la
empresa, que se encuentra a la espera de otros importes contratos
internacionales de mayor relevancia si cabe, como los de Australia,
Canadá, India o Estados Unidos.
Con su gira europea, Bin Salman completará un periplo que le ha llevado a Estados Unidos, donde ha permanecido tres semanas en busca, entre otras cosas, de inversiones para su país y del estrechamiento de alianzas con la Administración Trump.
Bajo el brazo, el príncipe lleva la OPV de la petrolera estatal Aramco, cuya salida a Bolsa ha quedado retrasada hasta 2019. A la compañía se le asigna un valor cercano a los dos billones de dólares, y los planes de Bin Salman pasan por colocar un 5% para reducir la dependencia árabe del petróleo y captar inversiones con las que diversificar la economía del país.
Varias plazas bursátiles europeas se han mostrado interesadas en albergar la OPV de Aramco, sobre lo que el príncipe no ha dado más información. Otra de sus ambiciones, también incluida en la conocida como Vision 2030, es la de conformar el mayor fondo soberano de inversión del mundo.
Estas dos iniciativas ya han sido suficientes para que su viaje a Europa haya generado una gran expectación. Su llegada a España viene precedida por los encuentros entre Bin Salman y el presidente francés, Emmanuel Macron, en la que la defensa y la energía han sido los principales asuntos de la agenda.
Con su gira europea, Bin Salman completará un periplo que le ha llevado a Estados Unidos, donde ha permanecido tres semanas en busca, entre otras cosas, de inversiones para su país y del estrechamiento de alianzas con la Administración Trump.
Bajo el brazo, el príncipe lleva la OPV de la petrolera estatal Aramco, cuya salida a Bolsa ha quedado retrasada hasta 2019. A la compañía se le asigna un valor cercano a los dos billones de dólares, y los planes de Bin Salman pasan por colocar un 5% para reducir la dependencia árabe del petróleo y captar inversiones con las que diversificar la economía del país.
Varias plazas bursátiles europeas se han mostrado interesadas en albergar la OPV de Aramco, sobre lo que el príncipe no ha dado más información. Otra de sus ambiciones, también incluida en la conocida como Vision 2030, es la de conformar el mayor fondo soberano de inversión del mundo.
Estas dos iniciativas ya han sido suficientes para que su viaje a Europa haya generado una gran expectación. Su llegada a España viene precedida por los encuentros entre Bin Salman y el presidente francés, Emmanuel Macron, en la que la defensa y la energía han sido los principales asuntos de la agenda.
Astillero chino
La
empresa española naval que sí ha logrado concretar esta semana un
pedido ha sido la gallega Gabadi. Ayer anunció la firma de un contrato
con el astillero chino Jiangnan por cerca de 34 millones de euros para
la construcción de tanques de gas natural licuado.
El contrato lo desarrollará durante el próximo año y medio la filial china de la empresa española, Gabadi Marine Engeneering, que desplazará a 70 trabajadores al país asiático.
El contrato lo desarrollará durante el próximo año y medio la filial china de la empresa española, Gabadi Marine Engeneering, que desplazará a 70 trabajadores al país asiático.
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