MADRID.- El AVE a La Meca no empezará a
transportar viajeros este jueves 15 de marzo, tal y como se pactó el año
pasado con la autoridad saudí. A pesar de que el consorcio que
construye la red de alta velocidad consiguió arrancar al gobierno de
Arabia Saudí una prórroga de 14 meses a principios de 2017, éste no ha
sido capaz cumplir con los nuevos plazos y lleva ya meses negociando un
nuevo calendario para poner en marcha la operación comercial, tal como adelanta El Economista.
A
menos de tres días de que se cumpla el plazo previsto, el consorcio
presidido por Jorge Segrelles no ha logrado cerrar un nuevo acuerdo ni
fijar otra fecha, pero sí que ha conseguido avanzar en las
negociaciones.
Así, el reino saudita ha abierto la puerta a retrasar por
segunda vez el arranque tren con la condición de que esté lista antes
de 2019. Es decir, sólo está dispuesta a aplazar la inauguración de su
proyecto faraónico unos meses más a pesar de que parte de las obras
todavía no están terminadas.
Como prueba de buena voluntad, la
autoridad saudí ha accedido a no sancionar al consorcio Al Shoula por
incumplir el calendario. Y es que, el contrato inicial suscrito en
octubre de 2011 da derecho al gobierno saudí a reclamar un millón de
dólares penalización a las empresas del AVE del Desierto por cada día
que se retrase la puesta en marcha de la línea de alta velocidad que une
los 450 kilómetros que separan a las ciudades santas de Medina y Meca.
"El escenario actual es de
negociación y no se contemplan sanciones de ningún tipo", explican
fuentes oficiales del consorcio formado por formado por Renfe, Adif,
OHL, Siemens, Copasa, Indra, Talgo, Cobra o Ineco. "El acuerdo todavía
no está cerrado por lo que no sabe cuáles serán sus términos ni las
nuevas fechas. Lo único que tenemos claro es que la operación comercial
tiene que arrancar este año 2018 por lo que todo tiene que estar listo
en meses", aseguran.
Si no se consigue llegar a un
acuerdo en las próximas semanas, el gobierno saudí baraja acudir a un
arbitraje para solucionar el conflicto y podría reactivar la reclamación
de las sanciones millonarias. En este punto, las autoridades saudíes se
han mostrado públicamente más comprensivas con la postura defendida por
el Gobierno español y el consorcio que construye la infraestructura
sobre la necesidad de fijar "un nuevo calendario de operación".
En un encuentro con periodistas,
el presidente de la Autoridad Pública de Transporte saudí, Rumaih
M.Al-Rumaih, reconoció la "importancia de dar el tiempo suficiente a los
ensayos". Así, el responsable saudí subrayó la relevancia de este
período explicando que quieren estar seguros de que se encuentran "al
cien por cien listos antes de comenzar la explotación comercial".
"Hay
que cerciorarse de que los sistemas también van a funcionar en Arabia;
es un desafío para las firmas españolas, porque están en un escenario
diferente", dijo. En este contexto, hizo especial referencia a la
problemática de la arena: "El verdadero reto es su puesta en
funcionamiento".
Así, mientras se desbloquea la
construcción de las estaciones de Yeda y KAIA y se trata de avanzar en
el tramo final que conecta la línea de alta velocidad con La Meca, el
consorcio seguirá adelante con la service demostration, que es una
especie de servicio regular en pruebas que se realizará todos los
viernes y sábados.
El plan inicial era que las pruebas, que arrancaron in extremis
el 31 de diciembre de 2017, duraran 10 o 12 semanas (hasta mediados de
marzo), pero vistos los problemas, éstas se alargarán varios meses. El
objetivo final del consorcio es demostrar que pueden realizar hasta
cuatro viajes por sentido a 300 kilómetros/hora.
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