SEVILLA.- El abogado y activista medioambiental Robert Francis
Kennedy Jr., hijo del senador y candidato a la presidencia de EE.UU.
Robert Kennedy, asesinado en 1968, sostiene que el mundo afronta "una
guerra civil" entre las energías renovables y los combustibles fósiles
que decidirá el futuro.
"Las buenas políticas
ambientales son también buenas políticas económicas y aquellas naciones
que adopten antes las energías renovables serán las más prósperas;
ponerle trabas a estas energías, como hace Trump, es volver a las
cavernas", ha sentenciado Kennedy Jr. en su conferencia en Sevilla, España.
Ha criticado el "capitalismo de amiguetes corporativos"
que, en su opinión, protagoniza Trump, y le ha acusado de "hipotecar" a
los EEUU al financiar con dinero público "infraestructuras para energías
arcaicas" como nuevos oleoductos.
"Estados Unidos no
va crear un solo empleo más en el carbón ni va a construir nuevas
centrales de gas o petróleo y puede ceder el liderazgo mundial a China",
ha advertido el sobrino del asesinado presidente de EE.UU. John
Fitzgerald Kennedy
Respecto a España, se ha
preguntado "cómo es posible" que el Gobierno español "sea el único del
mundo que ha creado un impuesto al sol" y ha deplorado que no aproveche
su "liderazgo internacional" en patentes de fuentes renovables para
aumentar la expansión de las energías verdes.
En su
opinión, el dilema entre economía o protección del medio ambiente es
"una falsa elección", porque las energías renovables ya son
competitivas, con caídas del 80 por ciento del coste de construcción de
una planta solar en los últimos cinco años, y ha apostillado: "Nuestros
hijos pagarán por esa falsa elección".
Ha defendido
un libre mercado que acepte "la eficacia" de las energías verdes,
"disruptivas" porque abaratan precios y que están cambiando la economía
mundial frente a "la era de los combustibles fósiles que se ha acabado".
Para Kennedy Jr., los grandes consorcios petroleros y mineros de EEUU
"están manipulando el proceso político" para mantener su estrategia de
"tratar al Planeta como si fuera una empresa en liquidación y pensar
sólo en convertir nuestros recursos naturales en dinero lo antes
posible".
"Defienden el socialismo para unos pocos,
cada vez más ricos, y un capitalismo despiadado para los demás; la
contaminación es el resultado de la externalización de costes de las
empresas contaminantes, que suben sus ingresos pero a costa de bajar la
calidad de vida de los demás", ha denunciado.
También
ha destacado la importancia geoestratégica de los sistemas energéticos y
ha citado el caso de la guerra en Siria, nacida y fomentada, en su
opinión, por el apoyo estadounidense al nuevo gasoducto que llevaría el
gas de Qatar a Europa, "lo que destruiría la economía rusa, que exporta a
Europa el setenta por ciento de su gas".
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