DAVOS.- El ministro saudí de Energía, Jalid al Falih, aseguró que su
país desea una alianza estable y permanente con Rusia y dijo que la
OPEP podría acometer nuevos recortes en la producción de petróleo este
año, lo que provocaría escasez.
Al Falih hizo estas afirmaciones al
participar en el Foro Económico Mundial de la ciudad suiza de Davos en
una mesa redonda en la que coincidió con el titular ruso de Economía,
Maxim Oréshkin, y con el director ejecutivo de la Agencia Internacional
de la Energía (AIE), Fatih Birol.
Según Al Falih, la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) "podría extender los recortes este año", lo que
generaría escasez. En su informe mensual sobre petróleo, publicado ayer,
la AIE constató que en lo que va de año la extracción ha caído, tanto la
de Arabia Saudí como la del resto de productores, indicó Birol.
Respecto a los lazos con Moscú, el ministro saudí incidió en
la necesidad de optimizar la relación con Rusia a largo plazo. El
acuerdo o alianza que puso sobre la mesa el responsable saudí tendría
que ser "una asociación duradera que evolucione con el tiempo".
El ministro ruso no respondió directamente a la propuesta
saudí, pero sí se refirió a los posibles recortes en la producción de
petróleo. Destacó que Rusia "no quiere mantener precios artificialmente
altos, lo que desea es un mercado sostenible".
Por otra parte, Al Falih señaló que "no le quita el sueño"
el impacto en el mercado del gas de lutita o esquisto, que en Estados
Unidos y en otros países se está promocionando. Asimismo, puso en duda
que los productores de petróleo estadounidenses puedan añadir entre dos y
cuatro millones de barriles diarios "para mantenerse al día con la
demanda".
También se refirió a la anunciada y aplazada salida a bolsa de
la petrolera saudí Aramco, que en octubre pasado el presidente de la
compañía, Amin Nasser, situó en 2018, cuando se pondrá a la venta un 5
por ciento.
Al Falih rehusó concretar cuál podría ser la valoración de
Aramco, que se estima que podría ser la mayor de la historia, dado que
los recursos que respaldan a la compañía se elevan a "billones de
dólares". Lo que espera Arabia Saudí con la privatización de Aramco es
proporcionar valor "durante generaciones".
"El mundo va a necesitar gas y
petróleo durante generaciones y cada una de esas gotas la vamos a
producir", recalcó. El precio final "se verá en 2018 o quizás en 2022,
eso es lo de menos", pero no hay duda de que será "la mayor operación
nunca vista", agregó.
El negocio de Aramco, aclaró, no se va a limitar al petróleo
y al gas, sino que se va a diversificar a otros sectores, como las
renovables, pues lo que se busca es "sostenibilidad a largo plazo" y,
para ello, se aprovecharán "todas las fuentes de energía".
Al Falih aprovechó la repercusión que tiene el Foro de Davos
para asegurar que su país se convertirá pronto en un lugar "más
tolerante", a medida que ponga en marcha reformas en una economía que,
hasta ahora, era excesivamente dependiente del petróleo. "Vamos a
convertir Arabia Saudí en un lugar más amable para vivir", subrayó el
ministro.
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