NUEVA YORK.- La entrada de Arabia Saudí en el
capital de la plataforma de transporte con chófer Uber marca la
irrupción del reino en proyectos de inversión de gran calado, para
reducir su dependencia del petróleo.
La firma californiana
propietaria de la aplicación de smartphone afirmó que la
inyección de 3.500 millones de dólares del Public Investment Fund (PIF)
saudí dará impulso a su expansión global.
El PIF es una pieza
esencial del plan "Visión 2030", lanzado hace seis semanas por el
príncipe Mohamed bin Salman, segundo en la línea sucesoria del trono,
para diversificar una economía que depende en un 70% de sus
exportaciones de crudo.
"Como a muchos, el anuncio de la inversión
masiva en Uber me cogió por sorpresa", admitió Michael Maduell,
presidente de un organismo basado en Estados Unidos -el Sovereign Wealth
Fund Institute- que estudia las operaciones de fondos soberanos.
La
iniciativa "le anuncia al mundo que Arabia Saudí se convertirá en un
actor de primer plano en lo que se refiera a inversiones de fondos
soberanos", agregó.
"Visión 2030" pretende convertir a PIF en el
mayor fondo soberano del mundo, con 2 billones de dólares de activos.
Una suma que debe salir de la venta de bienes inmobiliarios públicos y
de la entrada en bolsa de un poco menos del 5% del gigante petrolero
Saudi Aramco, equivalente a unos 100.000 millones de dólares.
Los
beneficios del PIF ofrecerán alternativas a los ingresos petroleros, que
actualmente representan apenas la mitad de los de 2014, a causa de la
caída del precio del barril.
Los directores de "Visión 2030"
aseguran que el PIF "no competirá con el sector privado sino que lo
ayudará a abrir sectores estratégicos que necesitan grandes inyecciones
de capital".
"Contribuirá también al desarrollo de sectores
económicos totalmente nuevos" y a realizar inversiones "en grandes
compañías internacionales y en nuevas tecnologías en todo el mundo".
Michal
Maduell no descarta que el PIF se alíe a grupos estadounidenses para
implantar industrias en el reino y que tantee proyectos de capital
riesgo.
"Veo al PIF al acecho de
inversiones estratégicas en compañías líderes, para estimular el empleo y
reforzar la diversificación y la prosperidad del país", dijo Maduell.
El presidente del PIF, Yasir Al Rumayyan, dijo en un
comunicado que el acuerdo con Uber se inscribe en el proyecto "Visión
2030".
Un diplomático europeo afirmó que la operación muestra un
nuevo enfoque en los negocios del reino, "siguiendo el ejemplo del
príncipe Alwaleed".
El príncipe
Alwaleed bin Talal, que preside el Kingdom Holding Co, tiene intereses
en grupos tan diversos como Euro Disney, la cadena hotelera Four Seasons, el grupo de prensa News Corporation y el bancario Citigroup.
Ese conglomerado se convirtió el año pasado en el segundo accionista de Twitter e invirtió 100 millones de dólares en Lyft, rival de Uber, con sede también en San Francisco.
Un
economista del banco francés Saxo Bank, Christopher Dembik, afirmó que
el PIF se está adaptando a las transformaciones de la economía saudí con
una estrategia de diversificación que no presenta grandes riesgos.
Uber forma parte del sector de las economías colaborativas, con fuerte potencial de crecimiento y sin cargas laborales.
El
PIF podría realizar operaciones similares en otras empresas del mismo
tipo, como la plataforma de alquiler de viviendas Airbnb o las
"fintech", especializadas en la gestión financiera en línea.
Uber
es la mayor operación de PIF en el exterior, aunque antes hubo otras de
menor volumen, como la adquisición el año pasado del 38% del capital de
la firma de ingeniería surcoreana Posco, por 1.100 millones de dólares.
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