VIENA.- Con un barril cercano a los 50
dólares, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)
tendrá menos presión en la reunión ministerial de este jueves en Viena,
donde se espera que mantenga su política de producir al máximo.
"Vemos
que el mercado se ha estado corrigiendo al alza desde el comienzo del
año", con un aumento de los precios del 80% desde los mínimos alcanzados
en enero, cuando cayeron a 26-27 dólares el barril, observó el ministro
emiratí de Energía, Suhail al Mazruei, al llegar a su hotel en la
capital austríaca.
"Las normas del mercado, que son la oferta y la
demanda, están funcionando, y creo que ésa es la esencia de esta
política", añadió Al Mazruei, refiriéndose a la iniciativa pilotada por
Arabia Saudí, el miembro más influyente, conistente en no recortar ni
congelar la producción.
"Pienso que debemos esperar; el mercado se
regulará alcanzando un precio justo para los consumidores y los
productores", agregó el ministro emiratí, sin detallar cuál sería en su
opinión ese precio.
En la misma línea, el ministro nigeriano,
Emmanuel Ibe Kachikwu, dijo al llegar a Viena que el mercado va "bien",
ya que "los precios están subiendo".
Numerosos observadores del
sector petrolero esperan que el cártel de 13 países siga bombeando a
pleno régimen, sobre todo después de que fracasara la reunión del 17 de
abril en Doha con productores no miembros de la OPEP, en la que se
pretendía congelar la producción para sostener los precios.
La
persistencia de los precios bajos ha provocado cuantiosos déficits a las
monarquías petroleras del Golfo y castigado con dureza la economía
venezolana, que obtiene de las exportaciones de crudo el 96% de sus
ingresos en divisas.
Sin embargo, el mercado espera ahora que el
exceso de oferta se reabsorba en la segunda mitad del año, y tanto la
Agencia Internacional de la Energía (AIE) como la OPEP pronostican una
menor producción de los países no miembros del cártel.
"De forma general, se cree que el mercado se equilibrará en un momento dado", comenta Alexander Poegl, analista de JBC Energy.
La
Organización de Países Exportadores de Petróleo, que bombea alrededor
de un 30% del crudo mundial, extrajo 32,44 millones de barriles diarios
(mbd) en abril, después de los 32,25 mbd de marzo, según datos del
cártel publicados en mayo.
El
bloqueo de las negociaciones para congelar la producción, opción
defendida por Venezuela en estos últimos meses, ha chocado con la
rivalidad multiforme entre Arabia Saudí e Irán.
Al calor del
acuerdo internacional sobre su programa nuclear, Teherán se está
esforzando en recuperar los niveles de producción previos a la
imposición de sanciones hace una década, y a partir de este verano tiene
el objetivo de exportar 2,2 mbd.
Por su lado, Riad ha dejado
claro que no consentirá congelar la producción sin que lo haga también
Irán. Y por iniciativa del vice-heredero del trono Mohamed Ben Salman,
el reino anunció recientemente un ambicioso plan de reforma tendente a
reducir su dependencia del oro negro.
En este contexto, "lo más
interesante (en la reunión del jueves) es que la delegación saudí será
diferente respecto a la última vez", tras el cese en mayo del veterano
Ali al Naimi, ministro del Petróleo durante más de 20 años, indica
Poegl.
Según algunos, no obstante, esta remodelación no cambiará
mucho la política energética saudí, salvo en el plano de la
comunicación.
Con el nuevo titular, Jaled al Faleh, la política
energética del reino "se ha vuelto más franca que en la época de Al
Naimi", quien "siempre fue muy diplomático y muy cuidadoso con las
palabras que elegía", explica Poegl.
No hay comentarios:
Publicar un comentario