MANAMA.- El rol de las instituciones financieras para consolidar el desarrollo
económico y social de los países árabes centró las discusiones de la
séptima reunión anual de esa comunidad de naciones, destacaron las autoridades de Bahrein.
La conferencia del Consejo de Ministros de Finanzas Árabes, que por vez
primera tuvo lugar en este estado del golfo Pérsico, sesionó presidida
por el titular sudanés de esa rama y de Planificación Económica,
Badr-Eddin Mahmoud Abbas, y con la participación de representantes de
entidades crediticias.
Los ministros subrayaron la importancia del evento panárabe para fomentar el intercambio entre políticos, funcionarios financieros, expertos en inversiones y economistas capaces de afianzar el papel que las instituciones financieras como factor esencial de la cooperación conjunta regional.
Al entender ese sector como piedra angular del desarrollo socioeconómico, encomiaron los esfuerzos de entidades financieras para encabezar el crecimiento económico árabe de las últimas décadas, atendiendo a las incesantes necesidades de desarrollo en esos estados.
El ministro bahreiní de Finanzas, jeque Ahmed bin Mohammed Al-Khalifa, destacó las aceleradas reformas económicas en la comunidad de 22 naciones y subrayó en particular la conducción de los países exportadores de petróleo, a pesar de los avatares del mercado mundial.
Frente a la caída en picado de los precios en el mercado internacional del crudo, esos estados se embarcaron en reformas financieras estructurales para diversificar las estrategias económicas y mejorar sus ingresos derivados del comercio de productos no petroleros, apuntó Al-Khalifa. Asimismo se refirió a los actuales retos para los árabes debido a la recesión global y el decreciente intercambio comercial, lo cual afecta la estabilidad económica, obstaculiza el empeño por revitalizar la economía y reducir el desempleo.
La reunión cuenta con la presencia de la Liga Árabe, en calidad de observador, y de los directores ejecutivos del Fondo Árabe para el Desarrollo Económico y Social, y representantes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, entre otras autoridades.
El titular de Finanzas de Kuwait, Anas Al Saleh, anunció que la reunión anual de agencias monetarias y financieras recomendó destinar 50 millones de dólares en apoyo a Al-Quds (nombre árabe de la ciudad santa de Jerusalén), monto que desembolsará el Fondo Árabe de Desarrollo Económico y Social.
Además del informe del jefe de la junta directiva del Fondo Monetario Árabe, Abdulrahman Abdullah Al Hamidi, se discutieron potencias sobre políticas de desarrollo para diversificar la económica en países petroleros, y los requerimientos para mejorar el mercado laboral y eliminar el desempleo.
Según Al Hamidi, la reunión ministerial fue una oportunidad importante para hablar de los retos que tienen quienes trazan la política financiera en la región árabe ante acontecimientos económicos y financieros regional y global marcados por la caída de los precios del crudo y el pobre crecimiento.
Los ministros subrayaron la importancia del evento panárabe para fomentar el intercambio entre políticos, funcionarios financieros, expertos en inversiones y economistas capaces de afianzar el papel que las instituciones financieras como factor esencial de la cooperación conjunta regional.
Al entender ese sector como piedra angular del desarrollo socioeconómico, encomiaron los esfuerzos de entidades financieras para encabezar el crecimiento económico árabe de las últimas décadas, atendiendo a las incesantes necesidades de desarrollo en esos estados.
El ministro bahreiní de Finanzas, jeque Ahmed bin Mohammed Al-Khalifa, destacó las aceleradas reformas económicas en la comunidad de 22 naciones y subrayó en particular la conducción de los países exportadores de petróleo, a pesar de los avatares del mercado mundial.
Frente a la caída en picado de los precios en el mercado internacional del crudo, esos estados se embarcaron en reformas financieras estructurales para diversificar las estrategias económicas y mejorar sus ingresos derivados del comercio de productos no petroleros, apuntó Al-Khalifa. Asimismo se refirió a los actuales retos para los árabes debido a la recesión global y el decreciente intercambio comercial, lo cual afecta la estabilidad económica, obstaculiza el empeño por revitalizar la economía y reducir el desempleo.
La reunión cuenta con la presencia de la Liga Árabe, en calidad de observador, y de los directores ejecutivos del Fondo Árabe para el Desarrollo Económico y Social, y representantes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, entre otras autoridades.
El titular de Finanzas de Kuwait, Anas Al Saleh, anunció que la reunión anual de agencias monetarias y financieras recomendó destinar 50 millones de dólares en apoyo a Al-Quds (nombre árabe de la ciudad santa de Jerusalén), monto que desembolsará el Fondo Árabe de Desarrollo Económico y Social.
Además del informe del jefe de la junta directiva del Fondo Monetario Árabe, Abdulrahman Abdullah Al Hamidi, se discutieron potencias sobre políticas de desarrollo para diversificar la económica en países petroleros, y los requerimientos para mejorar el mercado laboral y eliminar el desempleo.
Según Al Hamidi, la reunión ministerial fue una oportunidad importante para hablar de los retos que tienen quienes trazan la política financiera en la región árabe ante acontecimientos económicos y financieros regional y global marcados por la caída de los precios del crudo y el pobre crecimiento.
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