miércoles, 13 de abril de 2016

Puente para enlazar Egipto con Arabia / José Javaloyes *

Todo una rótula arabo-musulmana, un puente de rango y ambición emparentadas a lo quefueron las del Canal de Suez, con trazado de unos 40 kilómetros sobre el Mar Rojo, es el contenido de un acuerdo entre el presidente egipcio Abdelfata al Sisi y el rey Salman de Arabia. Un añadido enlace entre África y Asia cuyo uso central no será solamente el transporte de mercancías entre el Índico y el Mediterráneo, sino el trasiego de fieles musulmanes desde el África Islámica a la Meca que guarda el Reino de Arabia. 

En diferente rango de consideraciones, la enorme aportación financiera del Estado saudí tendrá en lo formal el acuerdo de reintegración a la soberanía de Ryad de la titularidad de los islotes de Tirán y Sanafir, testigos de la conducción mosaica del pueblo de Israel a través del Mar Rojo, en su huída de Egipto. 

La retrocesión de los islotes – de tamaño parejo a los “perejiles” situados en el Estrecho de Gibraltar -, en las liturgias políticas de la reciprocidad, ha significado tanto como un ostensible disgusto popular, al menos en El Cairo, al situarse la expresión de la protesta en la famosa Plaza Tahir: escenario de las manifestaciones que fermentaron y condujeron a la caída del régimen militar del general Mubarak, anterior a este del Mariscal Abdelfata al Asisi.

Tampoco ha trascendido a los sentimientos de los manifestantes de ahora la consideración tanto del engrase saudí de 1.500 millones de euros en inversiones y ayudas directas para la perniquebrada economía egipcia por causa de la espantada del turismo europeo y norteamericano por causa de la explosión yihadista en Oriente Próximo, como el significado escalar del presupuesto de 3.000 millones de euros que – según estimaciones fiables – supondrá la ejecución de la muy colosal obra del puente sobre el Mar Rojo.

Obviamente, la realización de tan faraónico proyecto conforma una perspectiva del mayor interés para el sector español de la ingeniería. Algo que por los rangos de potencial económico del Reino de Arabia Saudí, a despecho del actual ciclo bajista del precio del petróleo (que repercute en proyectos como el del AVE a la Meca), y por nuestra excelente relación con Egipto y con Arabia, auguraría sobre el papel una excelente oportunidad para nuestras empresas de ingeniería.


(*) Periodista español


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