RIAD.- Arabia Saudí y Estados Unidos discutieron aquí posibles pasos para
un proceso de paz en Siria, aunque la insistencia en la salida del poder
del presidente Bashar Al-Assad, torna inviable cualquier arreglo
político, destacaron hoy comentaristas.
Canales televisivos sauditas y de otros países árabes reseñaron la
reunión sostenida el sábado en la noche entre el rey Salman bin
Abdulaziz y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en el
palacio Al-Oja de Dhiraya, la residencia campestre del monarca wahabita
en las afueras de Riad.
Aunque un tema prioritario de la agenda era el actual deterioro de la seguridad en los territorios palestinos ocupados por la creciente hostilidad de Israel, las pláticas se concentraron en el tema sirio, aunque también se abordaron las crisis en Yemen y Libia, según portavoces oficiales.
La agencia de noticias SPA y el canal Al-Arabiya indicaron que Washington y Riad coincidieron en apoyar un "país unificado, plural y estable para todos los sirios", pero con la misma condición inamovible de que el presidente constitucional de aquella nación no puede ser parte de la solución.
Kerry agradeció al rey wahabita "el respaldo a los esfuerzos multilaterales para una transición política en Siria", y ambos prometieron "continuar e intensificar" el apoyo militar a los que sus gobiernos describen como opositores sirios moderados, a la par de impulsar la negociación.
Arabia Saudí y Estados Unidos integran la coalición internacional creada en 2014 con el alegado fin de combatir el terrorismo del Estado Islámico en Siria e Iraq, pero ambos junto con Turquía destacan entre los que financian y arman a las bandas que buscan derrocar a Al-Assad, que es apoyado por Rusia.
El titular estadounidense partió a primera hora de este domingo de Riad, luego de sostener conversaciones también con el príncipe heredero y ministro del Interior, Mohammed bin Nayef, y con el canciller, Adel Al-Jubeir, quienes igualmente estuvieron presentes en la audiencia real en Dhiraya.
El jefe de la diplomacia norteamericana había llegado a esta capital procedente de Ammán, la capital jordana, donde dialogó con el rey hashemita Abdullah II y con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, para intentar rebajar tensiones a los enfrentamientos en Jerusalén y Cisjordania.
Sin embargo, su estancia en el reino se enfocó básicamente en el tema sirio, que dominó las reuniones por separado con el príncipe Mohammed bin Nayef, quien es también viceprimer ministro del país, y con Al-Jubeir, con el que había coincidido en Viena el viernes.
El canciller saudita participó en una conferencia por iniciativa de Rusia para la paz en Siria que involucró también a sus homólogos ruso, y turco a fin de discutir vías de involucrar a la comunidad internacional y promover la estabilidad y la transición política en Siria.
Aunque un tema prioritario de la agenda era el actual deterioro de la seguridad en los territorios palestinos ocupados por la creciente hostilidad de Israel, las pláticas se concentraron en el tema sirio, aunque también se abordaron las crisis en Yemen y Libia, según portavoces oficiales.
La agencia de noticias SPA y el canal Al-Arabiya indicaron que Washington y Riad coincidieron en apoyar un "país unificado, plural y estable para todos los sirios", pero con la misma condición inamovible de que el presidente constitucional de aquella nación no puede ser parte de la solución.
Kerry agradeció al rey wahabita "el respaldo a los esfuerzos multilaterales para una transición política en Siria", y ambos prometieron "continuar e intensificar" el apoyo militar a los que sus gobiernos describen como opositores sirios moderados, a la par de impulsar la negociación.
Arabia Saudí y Estados Unidos integran la coalición internacional creada en 2014 con el alegado fin de combatir el terrorismo del Estado Islámico en Siria e Iraq, pero ambos junto con Turquía destacan entre los que financian y arman a las bandas que buscan derrocar a Al-Assad, que es apoyado por Rusia.
El titular estadounidense partió a primera hora de este domingo de Riad, luego de sostener conversaciones también con el príncipe heredero y ministro del Interior, Mohammed bin Nayef, y con el canciller, Adel Al-Jubeir, quienes igualmente estuvieron presentes en la audiencia real en Dhiraya.
El jefe de la diplomacia norteamericana había llegado a esta capital procedente de Ammán, la capital jordana, donde dialogó con el rey hashemita Abdullah II y con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, para intentar rebajar tensiones a los enfrentamientos en Jerusalén y Cisjordania.
Sin embargo, su estancia en el reino se enfocó básicamente en el tema sirio, que dominó las reuniones por separado con el príncipe Mohammed bin Nayef, quien es también viceprimer ministro del país, y con Al-Jubeir, con el que había coincidido en Viena el viernes.
El canciller saudita participó en una conferencia por iniciativa de Rusia para la paz en Siria que involucró también a sus homólogos ruso, y turco a fin de discutir vías de involucrar a la comunidad internacional y promover la estabilidad y la transición política en Siria.
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