MADRID.- Los bajos
precios del barril está haciendo estragos no solo en las grandes
multinacionales del crudo sino también en los países productores. Arabia
Saudí, el halcón más poderoso de la OPEP y el segundo que más crudo
exporta después de EEUU, ha empezado a retrasar el pago a empresas por
los menores ingresos que percibe. Toda una piedra de toque para lo que
puede suceder a futuro con otros países productores. Compañías como FCC,
OHL, Indra, Adif, Talgo, Técnicas Reunidas, con grandes proyectos en
marcha podrían verse seriamente afectadas por la falta de liquidez de
algunos magnates del petróleo, según revela www.capitalmadrid.com
Un
informe de hace unos meses de BNP Paribas alertaba en su momento de
que, si el barril se mantenía en los 70 dólares, los países de la
OPEP dejarían de ingresar unos 316.000 millones de dólares, lo que
provocaría que muchas inversiones y proyectos en marcha tendrían
que ser aplazados. Ahora con el barril por debajo incluso de los
50 dólares, el futuro se antoja sumamente complicado para las
economías árabes y latinoamericanas extraordinariamente
dependientes del crudo.
En Arabia Saudí, por ejemplo, el petróleo representa el 80% de los ingresos estatales y, aunque es uno de los países menos endeudados del Planeta, con un pasivo equivalente al 2% del Producto Interior Bruto -la media europea es de un 93%-, supone un vuelco en sus previsiones macroeconómicas. Desde 2014, los ingresos están cayendo muy fuerte en el país saudí, lo que está afectando al crecimiento de su economía. Para este año, está previsto crezca un 3% frente al 10% registrado en 2011, cuando los precios del petróleo superaban entonces los 110 dólares.
Posibles proyectos afectados
Precisamente, esta situación es la que ha obligado a Arabia Saudí a retrasar los pagos a proveedores del sector público y a revisar a la baja proyectos ya contratados y con las obras en marcha. Uno de los proyectos más emblemáticos que podría verse afectado por la medida y en el que participan varias empresas española es el tren de alta velocidad La Meca-Medina, que desarrolla el consorcio Renfe, Adif, Talgo, OHL e Indra, entre otras, con un coste de 6.736 millones de euros.
Otra de las obras de Arabia Saudí es el Metro de Riad, con un presupuesto de 6.036 millones y que está liderado por FCC con un 35,88%. El complejo de gasificación Jazan Gicc, de 1.700 millones ha sido adjudicado a Técnicas Reunidas así como la refinería de Jubail, presupuestada en otros 1.300 millones de euros. Es decir, con Arabia Saudí existen cuatro contratos de infraestructuras que, de paralizarse alguno de ellos, generaría un grave problema a las empresas españolas. En el primer semestre de 2015, las autoridades saudíes adjudicaron contratos se infraestructuras por un valor total de cerca de 33.000 millones de euros, un 12,4% más que en el mismo periodo de 2014.
“Es difícil resistir la tentación de multiplicar el gasto público cuando el precio del crudo está subiendo, pero muy difícil recortarlo cuando baja”, comenta el economista jefe para Oriente Medio de HSBC, Simon Willians. “Los recortes se avecinan. El déficit es demasiado grande como para ignorarlo y hacer como si fuese algo habitual”, sentencia el analista de SHBC. Y es que, se prevé que el déficit que Arabia Saudí puede acumular en el periodo 2015-2016 podría exceder los 300.000 millones de euros, lo que supondrá un golpe muy duro para el país que nada en petróleo y que dominó a todas las multinacionales petroleras norteamericanas.
Pero si duro puede resultar para la economía saudí, algunos analistas y expertos reconocen que puede ser aún peor para las empresas con intereses en otros países productores. Si los mercados siguen a la baja, las economías de los países productores caerán de golpe, lo que les obligará también a hacer recortes en sus presupuestos. Las últimas previsiones son bastante negativas. La agencia Moody’s acaba de revisar a la baja sus estimaciones de precios del crudo para el periodo 2016-2017.
Malas perspectivas a medio plazo
En el caso del petróleo Brent que se extrae en Mar del Norte -sirve de referencia para los mercados europeos-, prevé se sitúe en 53 dólares de media en 2016 frente a los 57 dólares estimados anteriormente. Para 2017, rondará los 60 dólares, cinco dólares por debajo de su anterior pronóstico. Respecto al Texas, de EEUU, se calcula se sitúe en 48 dólares/barril para 2016, cuatro dólares menos, mientras que en 2017 subirá a 55 dólares frente a los 60 de la anterior previsión.
“Creemos que los precios del crudo se mantendrán más bajos por un periodo más largo, ya que la acumulación de inventarios y el exceso de crudo en el mercado hará que los precios suban a menor ritmo”, sostiene Steve Wood, analista de Moody’s. El incremento de las exportaciones iraníes podría suponer una presión añadida sobre las cotizaciones en los mercados internacionales.
Por eso, las constructoras españolas como otras tantas extranjeras están muy expuestas a esta situación, ya que tienen contratos firmados con países productores de petróleo como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, México, Rusia y Malasia, entre otros, países todos ellos productores de crudo y con una cartera de inversiones en infraestructuras muy potente.
Con el gobierno de Qatar tienen firmados, por ejemplo, contratos la compañía OHL para la construcción del centro médico y de investigación más lujoso del mundo para mujeres y niños, considerado uno de los más avanzados del mundo. El consorcio internacional está liderado a un 50% por la constructora española, presupuestado en más de 1.840 millones. El metro de Doha lo están haciendo, entre otras, OHL y FCC por 1.606 millones. La autopista New Orbital se lo ha adjudicado el Gobierno qatarí a la empresa que preside Florentino Pérez, ACS, en 1.230 millones.
Técnicas Reunidas y OHL son dos de las empresas que más riesgos han contraído con países productores de petróleo. La primera tiene adjudicada la construcción de una refinería y petroquímica en Penderang (Malasia) por 1.150 millones y está construyendo la refinería de Volvogrado, en Rusia, por 1.100 millones. En México, el grupo OHL lidera el consorcio (64%) para la construcción de la circunvalación Ciudad de México, presupuestada en 1.386 millones y en la que también participa la compañía Indra. Técnicas Reunidas se adjudicó en septiembre pasado su último contrato en Abu Dhabi por 277 millones de euros. Representa el quinto proyecto que la compañía desarrolla en los Emiratos Árabes Unidos.
En Arabia Saudí, por ejemplo, el petróleo representa el 80% de los ingresos estatales y, aunque es uno de los países menos endeudados del Planeta, con un pasivo equivalente al 2% del Producto Interior Bruto -la media europea es de un 93%-, supone un vuelco en sus previsiones macroeconómicas. Desde 2014, los ingresos están cayendo muy fuerte en el país saudí, lo que está afectando al crecimiento de su economía. Para este año, está previsto crezca un 3% frente al 10% registrado en 2011, cuando los precios del petróleo superaban entonces los 110 dólares.
Posibles proyectos afectados
Precisamente, esta situación es la que ha obligado a Arabia Saudí a retrasar los pagos a proveedores del sector público y a revisar a la baja proyectos ya contratados y con las obras en marcha. Uno de los proyectos más emblemáticos que podría verse afectado por la medida y en el que participan varias empresas española es el tren de alta velocidad La Meca-Medina, que desarrolla el consorcio Renfe, Adif, Talgo, OHL e Indra, entre otras, con un coste de 6.736 millones de euros.
Otra de las obras de Arabia Saudí es el Metro de Riad, con un presupuesto de 6.036 millones y que está liderado por FCC con un 35,88%. El complejo de gasificación Jazan Gicc, de 1.700 millones ha sido adjudicado a Técnicas Reunidas así como la refinería de Jubail, presupuestada en otros 1.300 millones de euros. Es decir, con Arabia Saudí existen cuatro contratos de infraestructuras que, de paralizarse alguno de ellos, generaría un grave problema a las empresas españolas. En el primer semestre de 2015, las autoridades saudíes adjudicaron contratos se infraestructuras por un valor total de cerca de 33.000 millones de euros, un 12,4% más que en el mismo periodo de 2014.
“Es difícil resistir la tentación de multiplicar el gasto público cuando el precio del crudo está subiendo, pero muy difícil recortarlo cuando baja”, comenta el economista jefe para Oriente Medio de HSBC, Simon Willians. “Los recortes se avecinan. El déficit es demasiado grande como para ignorarlo y hacer como si fuese algo habitual”, sentencia el analista de SHBC. Y es que, se prevé que el déficit que Arabia Saudí puede acumular en el periodo 2015-2016 podría exceder los 300.000 millones de euros, lo que supondrá un golpe muy duro para el país que nada en petróleo y que dominó a todas las multinacionales petroleras norteamericanas.
Pero si duro puede resultar para la economía saudí, algunos analistas y expertos reconocen que puede ser aún peor para las empresas con intereses en otros países productores. Si los mercados siguen a la baja, las economías de los países productores caerán de golpe, lo que les obligará también a hacer recortes en sus presupuestos. Las últimas previsiones son bastante negativas. La agencia Moody’s acaba de revisar a la baja sus estimaciones de precios del crudo para el periodo 2016-2017.
Malas perspectivas a medio plazo
En el caso del petróleo Brent que se extrae en Mar del Norte -sirve de referencia para los mercados europeos-, prevé se sitúe en 53 dólares de media en 2016 frente a los 57 dólares estimados anteriormente. Para 2017, rondará los 60 dólares, cinco dólares por debajo de su anterior pronóstico. Respecto al Texas, de EEUU, se calcula se sitúe en 48 dólares/barril para 2016, cuatro dólares menos, mientras que en 2017 subirá a 55 dólares frente a los 60 de la anterior previsión.
“Creemos que los precios del crudo se mantendrán más bajos por un periodo más largo, ya que la acumulación de inventarios y el exceso de crudo en el mercado hará que los precios suban a menor ritmo”, sostiene Steve Wood, analista de Moody’s. El incremento de las exportaciones iraníes podría suponer una presión añadida sobre las cotizaciones en los mercados internacionales.
Por eso, las constructoras españolas como otras tantas extranjeras están muy expuestas a esta situación, ya que tienen contratos firmados con países productores de petróleo como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, México, Rusia y Malasia, entre otros, países todos ellos productores de crudo y con una cartera de inversiones en infraestructuras muy potente.
Con el gobierno de Qatar tienen firmados, por ejemplo, contratos la compañía OHL para la construcción del centro médico y de investigación más lujoso del mundo para mujeres y niños, considerado uno de los más avanzados del mundo. El consorcio internacional está liderado a un 50% por la constructora española, presupuestado en más de 1.840 millones. El metro de Doha lo están haciendo, entre otras, OHL y FCC por 1.606 millones. La autopista New Orbital se lo ha adjudicado el Gobierno qatarí a la empresa que preside Florentino Pérez, ACS, en 1.230 millones.
Técnicas Reunidas y OHL son dos de las empresas que más riesgos han contraído con países productores de petróleo. La primera tiene adjudicada la construcción de una refinería y petroquímica en Penderang (Malasia) por 1.150 millones y está construyendo la refinería de Volvogrado, en Rusia, por 1.100 millones. En México, el grupo OHL lidera el consorcio (64%) para la construcción de la circunvalación Ciudad de México, presupuestada en 1.386 millones y en la que también participa la compañía Indra. Técnicas Reunidas se adjudicó en septiembre pasado su último contrato en Abu Dhabi por 277 millones de euros. Representa el quinto proyecto que la compañía desarrolla en los Emiratos Árabes Unidos.
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