WASHINGTON.- El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, defendió el
miércoles la gestión del gobierno de Donald Trump tras el asesinato del
periodista saudí Jamal Khashoggi, subrayando la importancia de Arabia
Saudí como aliado de Estados Unidos contra Irán.
Pompeo reiteró que no había pruebas directas que vinculen al príncipe
heredero Mohammed bin Salman con el asesinato de Khashoggi el 2 de
octubre en el consulado saudí en Estambul, Turquía, a pesar de una
evaluación de la CIA que indica que probablemente fue quien ordenó el
asesinato.
La directora de la CIA, Gina Haspel, debía informar
brevemente a los líderes de la Cámara de Representantes a puerta cerrada
el miércoles sobre el asesinato. La responsable ya ha informado a
algunos senadores de Estados Unidos.
Cuando se le preguntó
durante una entrevista en Fox News sobre los resultados de la CIA, que
indicó que las conclusiones tienen un nivel de confianza entre medio y
alto, Pompeo dijo, sin proporcionar detalles, que algunos de los
informes han sido incorrectos.
“Todavía están trabajando en esto.
Este es todavía un conjunto de hechos en desarrollo con respecto al
asesinato de Jamal Khashoggi”, dijo. Agregó que la evidencia directa
“aún no está disponible”.
Pompeo se negó a decir si creía que el príncipe Mohammed estaba detrás del asesinato.
El
caso ha provocado conmoción en todo el mundo e indignó a los
legisladores del Congreso de Estados Unidos, incluidos los del Partido
Republicano de Trump. Algunos de ellos han instado a acciones más duras
contra Arabia Saudí.
Estados Unidos impuso sanciones económicas a
17 funcionarios saudíes el mes pasado por su papel en el asesinato, sin
llegar a una acción que pudiera afectar los lucrativos acuerdos de
armas de Washington con Riad que Trump ha prometido preservar.
Pompeo
señaló las sanciones y dijo que Estados Unidos continuaría
responsabilizando a los que se demuestre que participaron en el
asesinato de Khashoggi, residente en Estados Unidos y columnista del
Washington Post.
Riad inicialmente negó cualquier conocimiento de
la desaparición de Khashoggi tras su ingreso al consulado, luego
ofreció explicaciones contradictorias.
Trump
condenó el asesinato, pero se mantuvo al lado del príncipe heredero de
la corona saudí, a pesar de la evaluación de la CIA. “Es el líder de
Arabia Saudí. Ha sido un muy buen aliado”, dijo Trump el
martes en una entrevista en el Despacho Oval.
Nikki Haley, la
embajadora saliente de Estados Unidos ante Naciones Unidas, también
destacó la asociación entre Estados Unidos y Arabia Saudí, pero pidió al
gobierno que delinee un camino a seguir.
“Necesitamos tener
una conversación seria y dura con los saudíes para hacerles saber que no
consentiremos esto, no le daremos un pase y no lo haremos de nuevo”,
dijo Haley a NBC News en una entrevista.
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